miércoles, 27 de mayo de 2015

¿Qué tiene que ver Lima Milenaria con la ciudad que se forja hoy?

La capital peruana es una ciudad con crecientes desafíos. Las mejores decisiones se necesitan hoy.
Esa es la pregunta que intenté resolver ante un grupo de jóvenes y vecinos reunidos en la Plaza Bélgica hace una semana. Veamos esta relación desde el ámbito más práctico del concepto de Lima Milenaria, que empieza con una serie de diagnósticos y hacia dónde vamos:

La ciudad

- Al empezar el siglo XXI, Lima enfrenta serios desafíos: una creciente población que en 2020 alcanzará los 11 millones de habitantes.

- Lima es una ciudad levantada en el desierto, con limitación de recursos (agua), vulnerabilidad ante el cambio climático, y serios problemas de infraestructura (transporte, educación, áreas verdes, espacios públicos).

El patrimonio bajo una lupa crítica

- El crecimiento económico ha generado nuevos desafíos sobre huacas, casonas y edificios. Aumentó la destrucción, las invasiones, y la tensión entre lo nuevo y lo pre existente.

- Existe la percepción que ni el Ejecutivo ni el Congreso dan mensajes claros sobre el valor del patrimonio arquitectónico del país.

- La normativa legal de los últimos años ha debilitado el marco jurídico de protección.
Huacas, casonas, edificios son las primeras víctimas de la tensión del crecimiento urbano y económico. Foto: RPP.
- Existe un gran desconocimiento sobre la riqueza arquitectónica de la ciudad y del país, fuera de los clichés turísticos, entre autoridades, colegios y ciudadanos.

Al mismo tiempo, esta no es la única manera de presentar un diagnóstico del patrimonio en la ciudad.

El patrimonio desde su potencial

- El Perú uno de los seis países que son cuna de civilización el mundo (me pregunto cuántos somos conscientes de esto).

- Lima es una de las pocas ciudades que existen con arquitectura monumental de más de 4.000 años de antigüedad (y somos quizás la única que desconoce este hecho).

- Según el Atlas del Patrimonio Cultural, elaborado por el BID en 2012, de 11.700 sitios arqueológicos registrados en el país, Lima es la región con la mayor cantidad de ellos, (16% del total).

- En el mismo documento, del total de sitios históricos en el país, unos 4.700, Lima es la ciudad con la mayor cantidad de sitios: 1,252 inmuebles (26%).

- Es decir, Lima es la ciudad con la mayor riqueza arquitectónica del país.

- Según datos del ministerio de Cultura, en Lima existen 385 monumentos arqueológicos, 90% en el área urbana. De ese total unos 17 han avanzado en programas de puesta en valor.

El club de golf de San Isidro: se riega con aguas de un canal prehispánico, como el 80% de las áreas verdes públicas de Lima Centro.
Continuidad

A pesar de esos desafíos muy específicos de la ciudad de hoy, existen otros elementos que nos mantienen vinculados con el pasado y que apuntalan todavía la existencia de Lima. En otros post he dedicado más espacio a detallar estos elementos y ahora me refiero a uno:

- Canales de irrigación: la creación a lo largo de unos 3.000 años o más de un sistema de irrigación sofisticado (porque tomaba en cuenta los distintos grados de variación de la pendiente sobre la cuesta de Lima), permitió a su vez la creación de un valle artificial de 30.000 hectáreas donde antes era un terreno agreste y desértico.

Estos valles le dieron vida a la Lima prehispánica y a la del virreinato, que luego impuso al sistema de haciendas, que utilizaron esos canales. Pero además, según la Comisión de Regantes del río Surco, el 80% de las áreas verdes públicas de Lima centro, siguen siendo regadas por aguas que traen canales prehispánicos.

Más aquí.

Ciudad en formación 

¿Y qué hacemos con los datos anteriores? ¿Qué pasa con los problemas de infraestructura, qué pasa con la vulnerabilidad de sus monumentos, qué pasa con una ciudad desvinculada de su continuidad civilizatoria y milenaria?

Lo primero que se viene a la mente es que una ciudad así no tiene futuro. Los datos registrados en los diagnósticos anteriores, solo se agudizarán si las autoridades siguen tomando decisiones a espaldas de y sin considerar a los ciudadanos.

Lo que viene sucediendo hoy en la capital solo genera angustia urbana, tensión, fricciones divisivas, expectativas de solución. Y si las autoridades no dialogan y no escuchan, ¿qué queda? Su gente.

Como ha pasado con muchas de las grandes ciudades en los últimos 50 años, suele haber un momento de decir ‘basta, queremos una mejor ciudad’. Y eso es lo que está pasando en Lima en este momento. Son los más jóvenes los que están enarbolando esa bandera.

Jóvenes en la Plaza Bélgica: por una mejor ciudad.  Foto: Linda Velászquez.
“Las ciudades tienen la capacidad de darle algo a cada uno solo porque, y solo cuando, ellas son creadas por cada uno de sus ciudadanos” (Jane Jacobs)

Es lo que pasó en Amsterdam en los 60; en la Barcelona de los 70; el DF en los 80s; y en Bogotá y Medellín en los noventa. Ya sea por la acción de sus ciudadanos que salieron a protestar para exigir mejores vías para ciclistas y reducción de espacios para los autos, como fue en Amsterdam.

O porque aparecen alcaldes como Antanas Mockus en Bogotá con la visión de una ciudad más humana que transformó esa urbe, siempre surgen esos necesarios momentos de inflexión.

Ese es el momento cuando las ciudades despiertan, porque eso suele llevar a considerables mejoras en su gestión y provisión de calidad de vida para sus ciudadanos.
 
Diseño realizado por el Instituto Riva Agüero para su exhibición del mismo nombre.
Concepto Lima Milenaria

En este momento de inflexión, de formación de una nueva ciudad, de expresar el hartazgo de malas gestiones, es bueno tener en cuenta que no empezamos de cero. Que somos parte de un continuum cultural milenario y esta campaña hasta ahora:

- Ha creado una narrativa completa de la ciudad. La línea de tiempo se extendió.
- Por primera vez tenemos una lectura integrada e integradora.
- Se ofrecen códigos comunes que fortalecen el tejido social. Basado en los diferentes aportes culturales antes y después de 1535. Memoria.
- La información genera sentido de pertenencia y responsabilidad con la ciudad.
- Un sentido de orgullo que revitalice y potencie a sus habitantes.

“Si al hombre le quitamos la memoria, no le queda nada. Es un animal. Nosotros somos memoria, y la ciudad es la materialización de esa esencia humana”. (Enrique Ciriani)

Parte del camino en este momento lo estamos haciendo los ciudadanos. Buscando autoridades que escuchen, que dialoguen, que respondan.

Y ya para terminar, este viernes 29 de mayo un grupo de organizaciones profesionales realizará un primer debate ciudadano en el auditorio del Congreso. Es otro paso más en este camino que ya empezó. El ingreso es libre y están todos invitados (pero es necesaria la inscripción previa online).  Más información y ficha aquí.

miércoles, 20 de mayo de 2015

Lima, una historia de 4.000 años y una ciudad en formación

Plaza Bélgica, cuadra 2 de la Av. Arequipa, presentando Lima Milenaria una noche de mayo.
Alguien tenía que hacerlo y son los jóvenes los que están despertando a la ciudad. Su señal más evidente a la fecha ha sido tomar la Plaza Bélgica, en la cuadra 2 de la Av. Arequipa, so pretexto de rechazar el bypass del alcalde Luis Castañeda. Pero su mirada va más allá, lo que quieren es una mejor ciudad. Quién los cuestionaría.

Es por eso que acepté su invitación a hacer una presentación sobre la campaña Lima Milenaria. A lo largo del último mes ellos han estado organizando charlas y actividades culturales en torno al tema de ciudad, que se hacen en plena calle y donde participan asistentes, vecinos y peatones.

¿Pero qué tiene que ver Lima Milenaria con la ciudad hoy, o con el bypass? Eso traté de explicar el martes 19, y aquí hago un resumen de una parte de lo conversado esa noche. La próxima semana espero completar el material.

Incorporar el pasado prehispánico de Lima es una manera de formar ciudadanía.
Algo que suelo aclarar cuando hablo de la campaña es que Lima Milenaria:
  • no es un tema de arqueología, solamente
  • no es un tema de cultura, solamente
  • no es un tema del pasado
  • es, sobre todo, un tema de ciudad
  • por lo tanto, un tema de presente y de futuro
Y esa noche expliqué los dos ámbitos que alimentan este interés: el de lo simbólico y el de lo tangible. Al medio, como un canal prehispánico, discurre la continuidad que nos mantiene vinculados hoy con ese desarrollo y transformación del territorio de los últimos 4.500 años.

En esta primera parte me refiero al ámbito de lo simbólico, que desde mi perspectiva es clave en la formación de ciudadanía. Para eso me gusta parafrasear al historiador mexicano Edmundo O’Gorman, quien en los años 60 escribió un ensayo fundamental: “América, el continente inventado”.

Imaginarios inventados

Su tesis abreviada es que los europeos del siglo XVI al llegar a nuestro continente en realidad no entendieron, o no quisieron entender, la dimensión civilizatoria que ya existía. Por el contrario, asegura, describieron un continente que se ajustaba a sus prejuicios, fantasías o maneras de entender el nuevo territorio.

En consecuencia, dice O’Gorman, los latinoamericanos pasamos 400 años viéndonos a través de los ojos de los primeros europeos. Es por ello que para él lo necesario es acercarnos al continente real, y que seamos nosotros mismos los autores de nuestra propia percepción – algo que se ha venido haciendo en el último siglo.

La arcadia colonial, como la llamó Salazar Bondy, de un pasado virreinal idealizado.
Y la situación tiene un paralelo con Lima, a la que podríamos llamar la ciudad inventada. Porque durante más de cuatro siglos la lectura oficial fue la de un lugar que había empezado en 1535, ignorando todo el desarrollo anterior (de civilización, nada menos) y que había permitido la supervivencia de la ciudad virreinal.

Desde esta perspectiva, y en el contexto de una ciudad con un rostro mayoritariamente mestizo, se hacía necesario empezar a encontrar y a describir la ciudad real, la más completa.

Un espejo para la nueva Lima

Esta nueva Lima, con un nuevo perfil demográfico, no contaba con un referente simbólico unificador. No existía ningún elemento que diera cuenta de la diversidad cultural y de la riqueza ancestral, que se pudiera enarbolar desde la perspectiva de ciudad. Y por ende, de construcción de ciudadanía.

Para esos fines lo único que existía era la figura de Francisco Pizarro. Válida pero limitada y excluyente.

No hace falta más que mirar esta ciudad de nueve millones de personas para darnos cuenta que estamos todos desconectados. Compartimos un territorio pero no un proyecto de ciudad. Compartimos un espacio ancestral pero no una identidad. ¿Cómo se fortalece ese tejido social?

Ya es más de un mes que un grupo de jóvenes viene acampando como protesta y como búsqueda de una mejor ciudad.
No me cabe duda que la mejor manera de no repetir los errores del pasado es, para empezar, reconociéndolos. Y uno de ellos es admitir la historia de exclusión que ha significado Lima como ciudad y como capital.

Desde esta perspectiva, se pueden identificar dos grandes ejes simbólicos que han definido la dinámica y las relaciones en esta ciudad desde su fundación española.

Uno de ellos, que llamaría el eje de lo oficial-legítimo, estaba representado por una Lima blanca, hispana, europeizada, producto de su fundación española.

El otro eje estaría representado por lo marginal e ilegítimo, donde se incorporaba lo mestizo, lo indígena y todo el legado prehispánico de la ciudad.

Símbolos de reconocimiento

En este panorama, entonces, cómo crear ciudad cuando el eje considerado marginal era ahora el más visible y con un creciente poder.

En parte por eso era necesario que esta campaña buscara un reconocimiento oficial de ese desarrollo urbano prehispánico. Era una manera de empezar a tejer una narrativa más real y auténtica de la ciudad. Pero se trataba solo de un primer paso.

Esto se consiguió en enero de 2012, cuando la alcaldesa de entones, Susana Villarán, declaró a Lima oficialmente Ciudad Milenaria y Ciudad de Culturas. Se conseguía así un primer nivel de reconocimiento.

(La próxima semana: la ciudad y la campaña desde el ámbito de lo tangible)

Fotos del evento: Linda Velásquez

miércoles, 13 de mayo de 2015

La Costa Verde: ¿para atrás o para adelante?


Los acantilados de la Costa Verde se yerguen sobre la costa limeña como gigantes atados y callados. Ellos han sido testigos silenciosos de la sabia transformación del territorio a lo largo de unos cuatro mil años. Pero su titánica envergadura no pudo hacer nada con los excesos de la llamada bandera del progreso, que empezó hace unas seis décadas.

Una de esas banderas se plantó sobre lo que hoy llamamos la Costa Verde. Diseñada originalmente para complementar un gran espacio de esparcimiento y disfrute para los ciudadanos, y como vía paralela de tránsito de manera secundaria, hoy se viene convirtiendo en todo lo opuesto.

Por eso esta semana comparto una nota de la historiadora María Delfina Álvarez Calderón, quien ha investigado a fondo el tema. Esta es una modificación de otra nota similar publicada por ella hace un tiempo, y que muy generosamente ha querido compartir con los lectores de este blog.

Le quedo agradecido por el gesto y por la perspectiva que le da a los nuevos impulsos de trabajo sobre este gran patrimonio natural de Lima, tan hermoso como vulnerable, a pesar de su colosal disposición. Las fotos fueron obtenidas por el estudiante de arquitectura de la Universidad Católica, Daniel Flores Apaza.

Historiadora Maria Delfina Álvarez Calderón Ayulo. PUCP.
HISTORIA DE LA AVENIDA COSTANERA
La Costa Verde es tema de actualidad desde que alcaldes y alcaldesas del departamento de Lima y distritos colindantes con el mar disputaron por esta propiedad los años 2011 y 2014, por lo que sería bueno revisar su historia desde el inicio.

Tal vía al borde de la costa limeña fue concebida por Augusto B. Leguía a fin de unir La Punta con el los balnearios de Chorrillos y La Herradura, como parte de un proyecto que modernizara la ciudad de Lima y continuara creciendo hacia el sur. La intención era que la ciudad mirara hacia el mar, aprovechando de ser una de las pocas capitales del mundo que se encuentran en la costa y formara parte de la Carretera Panamericana.

Igualmente, la proyectó hacia el norte aunque considerando de mayor importancia la zona sur, debido al interés del presidente Augusto B. Leguía en lograr un arreglo definitivo con los chilenos.

Esta avenida Costanera fue una verdadera joya, pues a lo largo de ella desde La Perla Baja hasta el Hotel Bertolotto en San Miguel tenía una baranda de balaustres de madera con grandes postes de luz, malecón donde llegaban visitantes de otros distritos y la pista asfaltada de cemento; incluso se instaló un peaje por el que se pagaba cincuenta centavos al pasar por la garita.

Chorrillos era entonces lugar de veraneo con casas llamativas, caracterizadas por diversos estilos de balnearios europeos donde muchas familias pasaban los meses calurosos pero con el terremoto de 1940 todos las casas ubicadas en la primera cuadra desaparecieron, y quienes vivían en la segunda atardecieron con vista al mar y al actual malecón, que continúa hacia la playa La Herradura.
Una de las casonas costeras que existían a lo largo de la antigua avenida, hoy desaparecidas.
El 28 de octubre de 1928 -conmemorando el Día del Camino- se inauguró la primera parte de la Avenida Costanera desde Bellavista hasta San Miguel. El presidente la llamó Carretera Patria Nueva, y a partir de San Miguel conectaba con la Avenida del Ejército para luego seguir hasta Chorrillos y la Playa La Herradura.

De este modo, completaba el plan integral ciudadano para cuya realización Leguía logró gestiones con diversos propietarios de inmuebles costeños en los distritos de Miraflores, Barranco y Chorrillos, así como trabajos de alcantarillado y canalización de acequias en el tramo correspondiente a la Avenida del Ejército.

Estas obras se paralizaron en 1930 con la caída del presidente Leguía y se detuvo el proyecto de continuar la carretera Panamericana sur hasta Chile. El posterior descuido de otros alcaldes y presidentes, añadidos al fuerte oleaje de la zona llamada Mar Brava entre La Punta y La Perla, terminó deteriorando la obra y la zona se convirtió en lugar de maleantes que asaltaban a quienes se atrevieran a transitar por esos parajes.

Chorrillos antes del terremoto de 1940.  Foto: forosperu.net.
A partir de 1950 el arquitecto Ernesto Aramburú Menchaca, Inspector de Obras Públicas del Ministerio de Fomento y de las municipalidades de Pueblo Libre, Miraflores y Lima - más tarde alcalde de Miraflores- impulsó el circuito y uso de las playas con el proyecto de mejorar la carretera, sembrar y arborizar el entorno, para lo que formó un vivero en la zona, del que surgió el nombre de Costa Verde.

La idea de Aramburú fue la de utilizar el espacio entre los acantilados y el mar para poder disfrutar de esa costa y sus playas, que logró mejorar mediante espigones y una vía para autos paralela a la Costanera alta.

Esto tuvo lugar cuando la construcción de la Vía Expresa dejó los desmontes y excedente de materiales casi al borde de la bajada de Armendáriz. Posteriormente, Eduardo Dibós Chapuis efectuó una carrera de autos que se llamó "El circuito Chachi Dibós," por lo que -en el imaginario de algunas personas -ha quedado como si este hubiera sido el creador de esa parte de la costa.

miércoles, 6 de mayo de 2015

¿Un verano histórico? El factor ciudadano

Una de las varias charlas y talleres sobre urbanismo en plena calle.
Nadie que viva en Lima ha podido estar ajeno a los eventos que empezaron en enero, a raíz del inicio de la gestión del alcalde Luis Castañeda. Más allá de pasar un juicio de valor, algo que ya se viene haciendo con mucho énfasis en distintas parcelas, esta semana me quiero detener en algo que bien podría marcar un punto de inflexión para Lima: el factor ciudadano.

Y es que hay un contexto que no podemos perder de vista: en casi todas las grandes ciudades que experimentaron el hartazgo de las malas políticas urbanas, siempre hubo un momento cuando los ciudadanos dijeron basta. Y eso permitió el inicio de importantes mejoras en su gestión.

Fue el caso de Barcelona en los 70, Amsterdam en los 60, Ciudad de México en los 80, y muchas más. Ese momento clave hacia una mejor ciudad se produce, histórica y sencillamente, cuando los ciudadanos exigen una mejor ciudad. Y eso parece estar pasando en Lima.

Por eso esta semana invité a Juan Carlos Zapata para escribir una nota sobre uno de esos focos de activismo. Él es un joven arquitecto, egresado de la Católica y Director de Awaq estudio.

En las últimas semanas ha estado apoyando a la gente de Toma el Bypass. Junto con Linda Velasquez, Nicole Cuglievan, Efraín Altamirano y colegas han estado desarrollando Conversatorios Abiertos con especialistas, intervenciones artísticas y asesoría técnica. Esta su versión de lo que viene sucediendo con nuestra ciudad.

Arq. Juan Carlos Zapata.
“TOMA EL BYPASS” como sentimiento colectivo ciudadano
La primera semana de marzo se comenzó a cercar de la noche a la mañana la berma central, ubicada en la Av. 28 de julio, entre las avenidas Petit Thouars y Arequipa. Era el inicio de la obra ilegal del bypass de 28 de Julio. Mientras empezaron las obras también empezó a crecer la desaprobación entre jóvenes independientes y sin color partidario.

Fue hasta el 13 de Abril que la empresa constructora contratada por la Municipalidad comenzó con los trabajos en la Av. Garcilaso de la Vega, y a marcar con “X” árboles que serían extraídos y que alegaban volverían a plantar. Argumento que, técnicamente, es o imposible o demasiado costoso.

Es así que ante una obra autoritaria, sin justificación técnica que tampoco pertenece a Plan Integral alguno y encima arboricida, un grupo de 8 jóvenes decidieron tomar acción y acampar pacíficamente: la Acampada 13A, dentro de la zona de trabajo (aledaño al Parque de la Exposición) ejerciendo su derecho a la protesta, y como símbolo de resistencia e indignación ciudadana.

LAS ACCIONES
Luego del primer día se fueron sumando jóvenes, colectivos, estudiantes o profesionales diversos que no eran de agrupación política alguna. De un momento a otro no se trataba de una indignación de una generación o pequeño grupo, sino de un sentimiento colectivo de muchos de sus ciudadanos, “TOMA EL BYPASS” era el enunciado.

Fue el 16 de abril, luego del desarrollo de una instalación de carteles, banderolas, volantes y afines de protesta pacífica, cultural-informativa, y el interés de algunos medios de comunicación nacional e internacional, que los acampantes fueron desalojados violentamente y sin justificación legal alguna por la Policía.

Ante la represión y necesidad de seguir protestando el grupo se mudó a la cuadra 2 de la Av. Arequipa y posteriormente a la Plaza Bélgica.

El espíritu ciudadano de “TOMA EL BYPASS” ha cumplido ya más de tres semanas de resistencia. Se han desarrollado actividades culturales con importantes intelectuales y artistas; jóvenes arquitectos comenzaron a dar talleres de urbanismo en las calles; los vecinos han comenzado a agruparse y reclamar su derecho a ser consultados; y muchos otros se han empoderado como ciudadanos.

QUÉ SE HA CONSEGUIDO
Lo que se ha conseguido hasta ahora es evidenciar que esa obra es ilegal, poniendo sobre ella los ojos de la prensa, las instituciones y los propios vecinos de alrededor. Ha conseguido evidenciar que la ciudadanía está atenta a fiscalizar la legalidad de proyectos y obras que comprometan el desarrollo urbano de la ciudad.

Ha conseguido exigir que las instituciones asuman una postura sobre lo que está ocurriendo. Por ejemplo: El MEF y MINCUL se pronunciaron, no se ha hecho un seguimiento sobre esto pero ya no pueden asumir una no postura.

Es un momento histórico para Lima. El debate de qué queremos para la ciudad deja de ser un debate de una élite técnica o administrativa y sale a la ciudad para ser parte de la discusión del día a día de sus ciudadanos. Es probablemente lo mejor pudo hacer esta gestión: lograr despertar la ciudadanía en ciudadanos, aunque esta sea por indignación.

LO QUE VIENE Y HACE FALTA
Hoy y las próximas semanas se seguirán recolectando firmas ciudadanas en contra del bypass; se seguirá informando y apoyando legalmente a los vecinos de alrededor; se seguirán desarrollando conversatorios y actividades artísticas.

Se seguirá acampando como símbolo de resistencia y todos estamos invitados a venir a acampar a Plaza Bélgica, a apoyar con su trabajo, o mejorar las condiciones de los acampanes, a ser informados a saludar a estos buenos ciudadanos.

Es importante resaltar que el reclamo ciudadano de “Toma el Bypass” es un reclamo por Lima, por una mejor ciudad. No es indiferente a lo que sucede en la Costa Verde o a reclamos de justicia como la de la Comunidad Shipibo Conibo por el proyecto Río Verde; ni al reclamo de una ciudad Planificada como la que reclama los estudiantes y jóvenes arquitectos de UDEAL; ni a los reclamos de muchas injusticias a lo largo de nuestro país.

LA VOZ DE UN CIUDADANO MÁS
Como ciudadano y arquitecto saludo y reitero mi respeto a los acampantes de Toma el Bypass por lo conseguido, además de invitarles este viernes 8 de mayo, a las 6pm, a marchar por una Lima Planificada, una Lima para sus ciudadanos. Lima es nuestra.

Yo he estado apoyando esta causa porque soy un ciudadano de Lima. Porque estoy cansado e indignado de que las gestiones municipales hagan y deshagan nuestra ciudad como les parece.

Lo hago porque estoy cansado de que parezca que los ciudadanos nos hemos convertido en consumidores y televidentes de lo que pasa en nuestra ciudad. Porque soy arquitecto, amo mi ciudad y espero poderle dejar algo a mi familia e hijos. Porque Lima tuvo y tiene todo para ser una gran ciudad, una ciudad para amar.

Fotos: Nicole Cuglievan y Toma el Bypass