miércoles, 24 de septiembre de 2014

¿Una quinta sin presa? Esfuerzos y desafios para recuperar patrimonio


La semana pasada se firmó con delicados bombos y exquisitos platillos un acuerdo sin precedentes. Cuatro instituciones, públicas y privadas, se ponían de acuerdo para recuperar la Quinta de Presa, una casona virreinal en el Rímac. Y como a muchos interesados en el tema emociona que se den estos pasos. Es lo que se necesita en Lima ¿cierto?...

Ese viernes 19 de setiembre estuvieron las ministras de Cultura y de Comercio Exterior y Turismo, junto con el presidente del Patronato del Rímac y la vicepresidenta del World Monuments Fund-Perú (WMF). El objetivo era firmar un acuerdo de cooperación público-privado por el cual las cuatro instituciones se comprometen, con dinero y con apoyo técnico, a recuperar la quinta campestre ubicada en el Jr. La Chira, una zona difícil del Rímac.

La Municipalidad de Lima, a través de Emilima, dio el primer paso y recuperó la Plazuela exterior, y la ministra de CET, Magali Silva, le puso números al sueño: un primer aporte de 6,8 millones de soles de un total, según me señaló una fuente después, de unos 15 millones de dinero público, y se anunció que quedará lista para abril 2016.

Hasta ahí, una buena noticia. Después de todo, ya estamos camino al Bicentenario. El mes pasado en Cusco la ministra de Cultura lanzó la campaña "Camino hacia la Libertad 2014-2021-2024", una propuesta hecha sobre los pilares de educación, ciudadanía, diversidad e identidad.

Desde esa perspectiva uno asume (yo lo hago) que a partir de ahora todo lo que comprometa gobierno y dinero público, en cuanto a recuperación de patrimonio, estará encaminado por esa ruta.

RESPONSABILIDAD HISTORICA

Es de esperar que de aquí al 2021-2024 el Estado, y la empresa privada, puedan entrelazar esfuerzos para recuperar aquel patrimonio arquitectónico que vaya de la mano con el proceso histórico que nos llevó a la Independencia; o que se aproveche para reflejar al mundo una nación singular con 5.000 años de civilización; o que sea una fuente de orgullo sobre el conocimiento que se ha venido desarrollando en este territorio.

La Quinta de Presa no responde a esos criterios pero es un monumento nacional, y su mayor aporte debería ser el generar un exitoso modelo de gestión público-privado, tan necesario para el Centro Histórico de Lima.

Mientras tanto, me pregunto qué pasa con otros espacios directamente vinculados con el proceso de Independencia, como la casona de Punchauca, en Carabayllo, o los que se pueden considerar espacios precursores, como los tres pueblos históricos de Tupac Amaru II, en el Cusco, que subsisten en esplendoroso abandono. ¿Están en lista de espera?

El World Monuments Fund ha comprometido su prestigio de 50 años y escogió la Quinta como uno de los cinco proyectos en el mundo que en el 2015 dará prioridad. ¿En qué consistirá su apoyo técnico?

Según me dijo uno de sus representantes, en averiguar para qué puede servir el lugar, que sea sostenible y tenga impacto, porque por ahora no se sabe.

Adicionalmente, lo que esta situacion deja en claro tambien es la prioridad que adquiere el gestionar el Centro Historico de Lima desde una sola autoridad. La recuperacion de esta importante zona necesita una vision integral que tenga en cuenta sus necesidades y potencialidades.

En todo caso, la Quinta representa un magnífico desafío y hago votos para un exitoso proceso. Hago votos también para que futuros esfuerzos de recuperación de patrimonio se realicen en el contexto de un plan mayor, donde el sentido histórico y los pilares mismos propuestos por Cultura sean asumidos plenamente.



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miércoles, 17 de septiembre de 2014

Unidad Vecinal 3 y el Metro de Lima: el desarrollo avasallador

"Al Perú le corresponde el honor de ser el primer país en el mundo en construirlo
  íntegramente, y se concluye en 1949, siendo habitada desde 1948". (Arq. Robinson Ortiz)

Empecemos con lo personal. Buscando información sobre la Unidad Vecinal 3 en la web encontré este testimonio. Era de alguien que había vivido ahí, y en su momento pensé o que era una mala broma o la mujer deliraba:

Katya: “Mi querida UV#3 para mí de pequeña era como estar en mi propio mundo... uno no necesitaba salir de ella para conseguir algo... teníamos piscina, mercado, canchas de futbol y vóley, posta médica, iglesia, comisaria, cine, parque para los niños, colegio de hombres y de mujeres, nido y guardería, grupo scout, repleto de árboles y grutas religiosas, entre la universidad de san marcos... tantos lindos recuerdos jugando tan seguros...” 31 de agosto de 2010, 18:36 

¿Piscina, canchitas, cine? ¿En Lima, hace 50 años? Reconozco que hasta ese momento no tenía mucha idea de esta unidad vecinal, ni de las otras que existen. La única referencia era un nombre que sonaba lejano. Cuán poco seguía conociendo la ciudad.

Pero además resultó que era cierto. Esta unidad, levantada sobre la Av. Colonial en El Cercado y vecina de la Universidad San Marcos, responde a un momento en el desarrollo del urbanismo cuando las personas y su calidad de vida, estaban al centro de las propuestas.

Este lugar, que desde el aire se ve como unas piezas de dominó, había sido diseñado de tal manera que, efectivamente, incluía piscina, mercado, canchas de deportes, iglesia, comisaría y, más asombroso todavía, muchas áreas vedes. Las áreas verdes ocupan el 85% del terreno.

De manera muy significativa, era un proyecto de vivienda social para familias de ingresos medios y bajos. Se levantó a fines de los años 40 del siglo pasado, bajo la tutela del arquitecto Fernando Belaúnde, y según Robinson Ortiz, un arquitecto que vive ahí, la UV3 fue el primer complejo urbano de este tipo que se concluyó en el mundo (el primero se levantó en 1928 en EE.UU. pero quedó inconcluso por la Gran Depresión). Ahí viven hoy en día unas 6.500 personas en 1120 viviendas.

El 85% del espacio de la UV3 son áreas verdes, con tráfico vehicular limitado y
servicios propios. (Foto: arquitecturacontemporaneaenlima.blogspot.com)

Es cierto que el tiempo, la indiferencia y el descuido llevó al deterioro de buena cantidad de sus facilidades, pero sucede lo mismo que con huacas y casonas: todavía están ahí y pueden recuperarse. Y mientras alguien decide eso, la UV3 una vez más vuelve a ser mutilada.

Como señala el arquitecto Fernando Freire, del blog La Forma Moderna en Latinoamérica, “el crecimiento descontrolado y caótico de la ciudad de Lima está atentando, una vez más, contra nuestro Patrimonio Arquitectónico. En lugar de rescatar y enfatizar el valor de la ciudad, la realidad es que el mismo crecimiento está llevando la situación a destruir aquello que formó parte del carácter histórico y cultural de nuestra capital”.

¿Cuál es el problema?

El punto en cuestión surge con la futura Línea 2 del Metro de Lima. La AATE (la autoridad respectiva, parte del ministerio de Transportes) tomó la decisión unilateral e inconsulta de expropiar 450 m2 de jardines para construir una de las estaciones subterráneas, frente a uno de los accesos de la Universidad de San Marcos.

Para un terreno de casi 30 hectáreas, reducir 450 metros seguramente puede sonar poca cosa. Pero como se puede ver en la imagen de StreetView sacada de la web, esa área constituye la casi totalidad de jardines entre dos bloques de apartamentos.

“Los vecinos se sienten violados, aquí todo el mundo viene y se siente con el derecho a hacer lo que quiere y mutilar la zona”, señala Robinson Ortiz.

Y no es la primera vez. En cada oportunidad “modernizadora” se terminó mutilando una parte de este importante complejo urbanístico. En el Facebook de la urbanización  se puede encontrar un resumen de estos atentados contra su integridad.

Según el arquitecto Ortiz, “la estación que se pretende construir resulta innecesaria por cuanto las inmediatas estaciones anterior (Oscar R. Benavides) y posterior (Elio) distan de ella tan solo 500m. El tráfico que esa estación conlleva hará perder su condición de vecindad a la UV3, al convertirla en un área de paso”.

Imagen de jardines entre bloques de viviendas.  Un sector similar será expropiado unos metros más allá en esta calle. A la izquierda, San Marcos (Tomada de Google Street View).
En uno de los foros que existen en Internet sobre el tema, el arquitecto Antonio Polo y la Borda habla de “la prepotencia de la modernidad”. Porque más allá del valor arquitectónico del sitio, una decisión así no está tomando en cuenta cómo afecta la vida de una comunidad ya armada y organizada desde hace décadas.

Hace unas semanas que Ortiz llevan una campaña expresando su disgusto contra esta medida, y afirma que la mayoría de vecinos de la UV3 rechaza la expropiación. En este punto, lo que sorprende es el poco apoyo institucional de quienes deberían estar apoyando.

Una vez más, cuando se trata de protección de patrimonio, el Colegio de Arquitectos ha guardado un silencio inexplicable. Del ministerio de Cultura ya se sabe cómo procede y, más aún, ninguna facultad de Arquitectura se ha pronunciado oficialmente.

Robinson Ortiz asegura que las cabezas de estas instituciones han hablado personalmente con él dándole su apoyo. Pero ¿esa es manera de apoyar?

De los mensajes que envié el único que contestó fue el eminente arquitecto José García Bryce, para quien “la UV3 es un ejemplo del urbanismo en el Perú y tenemos que proteger su integridad. Tenemos que apoyar todas las medidas para su protección. No se debería partir ni dividir, sino más bien tratar de mejorarlo”.

Algo nos pasa como ciudad que nuestro sentido de desarrollo y de progreso hace que terminemos siempre en el mismo punto: destruir en lugar de proteger. ¿Hasta cuándo?


El área triangular, con la marca amarilla al medio, corresponde a la UV3,
sobre la Av. Colonial. (Foto: Google Earth)

Cifras: 
- 30 has
- 50 bloques
- 1120 viviendas
- 6.500 habitantes


miércoles, 10 de septiembre de 2014

Ruth Shady a 20 años de Caral: “Todavía tengo muchas preguntas”

Vista panorámica de las pirámides principales. Foto: J. Lizarzaburu.
Este 2014 se cumplen 20 años desde que Ruth Shady llegó a Caral para cambiar la historia de este país, y lo que se sabía del origen de las civilizaciones en este planeta. 

Si bien el valle de Supe, a solo 200 km al norte de Lima, ya había sido mencionado y parcialmente investigado desde la época de Max Uhle hace más de 100 años, no fue sino hasta 1994 cuando la arqueóloga logró sistematizar información y conseguir lo que hasta entonces había parecido esquivo: medir la antigüedad del lugar.

Saber que Caral y los sitios aledaños habían sido el origen de la civilización en el continente americano, hace 5.000 años, nos dio no solo un nuevo horizonte. Nos dio una perspectiva diferente sobre quiénes somos y de dónde venimos.

No solo hubo que añadir 1.500 años a los libros de historia. Lo que sucedió fue la confirmación fundamental que aquí, nuestros ancestros, habían conseguido generar conocimiento y filosofía de manera magistral y monumental.

En esta entrevista con la doctora Shady, en parte homenaje a su trabajo, pasamos revista a cuánto ha evolucionado lo que sabemos del lugar, y reflexiona sobre el sentido de Caral y el mensaje de esa civilización.

Ruth Shady explicando la superposición de capas a lo largo del tiempo. Foto: J. Lizarzaburu.
Han pasado 20 años desde que empezó en Caral, ¿cuánto ha cambiado lo que sabíamos al principio?
Han ido cambiando muchas cosas, entre ellas cómo trabajamos. Nosotros hacemos investigación, para recuperar información histórica sobre ese sistema social; hacemos conservación, para que los monumentos puedan ser apreciados por la sociedad de hoy y del futuro. Pero también al haber tanta pobreza en el lugar, necesitábamos trabajar con ellos para que se identifiquen con el patrimonio arqueológico en programas de desarrollo, y esto lo hacemos con la empresa privada.

¿Y en cuanto a conocimiento?
En la investigación hemos avanzado muchísimo porque empezamos trabajando en Caral como el centro urbano más destacado. Desde entonces hemos identificado 25 centros urbanos con arquitectura monumental en el valle de Supe.

¿Caral sigue ocupando un lugar central o están todos a un mismo nivel?
Caral es el centro urbano más destacado si tenemos en cuenta la variable espacio construido, en cuanto a extensión y volumen de los edificios. Tiene 66 hectáreas. Tenemos otros asentamientos de esa etapa, de formación de la civilización, que tienen 30has., 20has., 10 has….

Son contemporáneos
No. Son de diferentes periodos. Todos son de la etapa de formación de la civilización pero esta civilización empezó 3.000 a.C. aproximadamente, y duró hasta 1.600 a.C.

En Caral estuvieron 1.500 años 
En Caral no. En Caral hubo civilización por 1.100 años. Luego hubo una crisis, se reponen y otros continúan con la tradición caralina en Vichama o Bandurria. Bandurria corresponde al último periodo de Caral. Antes de eso era una aldea de pescadores y no era civilización.

Civilización o, lo que es lo mismo, una sociedad compleja
Civilización es una etapa en el desarrollo con un sistema social complejo, con autoridades políticas; con especialistas que ya no se dedican a la búsqueda de alimentos sino a la búsqueda de soluciones a determinados problemas. Desarrollan tecnologías. Es otro tipo de organización de la sociedad.

De esos 25 centros urbanos, ¿cuál es el más antiguo?
A la fecha sigue siendo Caral, porque ahí hemos trabajado más.

¿También sigue siendo ciudad sagrada?
Sí.

¿Es la única de los 25?
Hasta donde va nuestra investigación, sí. Porque aquí cada edificio público tiene un altar con ductos de ventilación subterránea, que alimentan un fuego. Y ese fuego es probable que se haya mantenido mucho tiempo. Eso no se encuentra de la misma manera en los otros centros urbanos, ni en tantos edificios.

¿Por qué creemos que eso es símbolo de lo sagrado?
Porque vemos que en ese fuego pusieron ofrendas. En los altares excavados hay ofrendas de pescados, huesos tallados, moluscos, y estaría relacionado con el culto que en estos edificios públicos se hacían.

Símbolo de la fertilidad, hallado en Vichama, valle de Supe.  Foto: Cultura.gob.pe.
Hace 20 años también se asoció Caral con una civilización de paz, que nunca hizo la guerra. ¿Este sigue siendo el caso?
Sí. Es el mismo mensaje que tengo para el mundo.

¿Estuvieron 1.000 años y no hubo guerras?
No hubo. No hemos encontrado ninguna ciudad amurallada. Ningún sitio amurallado. Que sí lo veo cuando comparo otras partes del planeta de esta misma época. Y tampoco tuvieron armas. Se encuentran objetos de otras partes, pero nunca un arsenal local.

¿Qué nos dice eso?
Que la visión de ellos no era apoderarse del recurso ajeno. Su visión era establecer buenas relaciones para acceder al recurso ajeno.

Una sociedad práctica
Una sociedad práctica, basada en el intercambio. Esa es la gran lección para el presente: “me interesan las buenas relaciones con mis vecinos y cómo podemos beneficiarnos mutuamente”.

En cuanto a la arquitectura: sabemos que las shicras fueron un elemento sismo-resistente. ¿Pero hay algo adicional que se haya encontrado en este tiempo?
Como en Cusco, en Caral hubo un Pachacutec que en determinado momento transformó la ciudad.

¿Ha podido identificar ese momento?
Así es. Es fácil porque en un momento cada edificio tenía una orientación determinada pero en otro momento, hacia el periodo Medio, hubo un cambio drástico, y una autoridad muy centralizada dentro de la ciudad. Pero toda la orientación cambió hacia un lugar central, para todos los edificios. Y el centro urbano fue dividido en conjuntos y subconjuntos.

¿Es posible determinar algún tipo de vínculo entre la civilización en Supe y los valles de Lima?
Sí creo que hubo, pero en Lima recién están trabajando en algunos lugares y no hay mucha información todavía. Pero en [la huaca El] Paraíso, ojalá se vuelva a intervenir, en el valle del Chillón, porque se ha encontrado evidencias del último periodo de Caral.

Caral en Lima…
Bueno, Caral ES Lima. Además, esto corrobora nuestra hipótesis que Caral fue un centro de desarrollo, y que su prestigio fue tan fuerte que de ahí se fue expandiendo y fue asumido por otras sociedades que se incorporaron a esa dinámica cultural. Y muchos elementos Caral llegan hasta la época inca (plataformas, hornacinas, puertas de doble jamba, forma trapezoidal).

Entonces, en estos 20 años se ha confirmado la información original respecto a su antigüedad, lo sagrado, la paz, la arquitectura anti-sísmica…
En estos 20 años estamos tratando de sustentar con datos concretos, con evidencias, esos planteamientos para que se convierta en conocimiento científico. Trabajamos fuertemente en la investigación, como en la conservación, la difusión y las relaciones comunitarias.

Cuando habla con la prensa extranjera y le preguntan cuál es el logro más importante de Caral, qué responde
El sistema social.

¿Así?!!
Su sistema social en condiciones de paz. Mira al ser humano hoy día, ha avanzado mucho en tecnología pero...

¿No es la arquitectura?!!
Noooo… (risas) esas son expresiones de todo el avance que han conseguido. Pero para mí lo más importante ha sido el sistema social que hizo posible todo eso. Esa articulación intercultural en condiciones de paz, porque cuando han traído productos de la selva o de la costa no lo han hecho porque se han ido a atacar o a conquistar y traerse lo ajeno. Lo han hecho estableciendo interacciones con sociedades diferentes, manteniendo relaciones mutuamente beneficiosas. Y es más, esa organización social es un mensaje para el mundo de hoy.

Vista general del valle de Supe.  Foto: J. Lizarzaburu.
¿Satisfecha?
No es que tenga todo completo. Tengo todavía muchas preguntas sin respuesta.

¿Cómo se siente? 
Cansada (risas).

...porque nos deja un enorme legado para hoy y para el futuro
En realidad, me siento muy contenta de trabajar en lo que siempre fue la pasión de mi vida, la arqueología. De poder ahora hacerlo con un equipo de profesionales de varias disciplinas y ya estoy viendo cómo el modelo [de investigación] de Caral se empieza a replicar en otras partes, dentro y fuera del país.

¿Qué le gustaría ver en adelante?
Siempre tenemos dificultades presupuestales. A pesar de que ahora hay más interés del Estado en el patrimonio, todavía no es una prioridad. No se lo ve como un recurso para el desarrollo y sí debería serlo.

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Haga clic aquí para conocer más sobre Caral.

miércoles, 3 de septiembre de 2014

Un Presidente contra el patrimonio y las áreas verdes (sí, otra vez)

Peatonalización del eje Ancash-Carabaya. Financiado con fondos del FOMUR.
En su discurso de Fiestas Patrias el presidente Ollanta Humala habló de una serie de medidas para reactivar la economía. Bien. Algunas seguramente funcionarán, pero hubo una que puso en alerta roja a las dos principales entidades que tienen que ver con las áreas verdes y el patrimonio urbano de la ciudad: SERPAR y EMILIMA.

Según denunciaron ambas organizaciones, la propuesta que viene de las oficinas del ministro Castilla consiste en modificar la ley (29090). Esta es le ley que regula el aporte que tienen que hacer todas las empresas inmobiliarias al desarrollo de la ciudad.

Y lo que sugieren es que en lugar de tener que pagar a precio de mercado lo harían a precios de arancel. En una: una reducción aproximada del 90% de los costos.

¿A qué costo? 

Veamos… Este cuadro responde a lo establecido en la Ordenanza 836, firmada el 15 de setiembre del 2005 por el entonces alcalde de Lima, Luis Castañeda, y que establece los tipos de aportes.

APORTES REGLAMENTARIOS PARA HABILITACIONES URBANAS CON FINES RESIDENCIALES

TIPO DE HABILITACION
Recreación
Pública
En propia urbanizacion
Parques
Zonales
SERPAR
Renovación
Urbana
FOMUR
Servicios
Complement
Min Edu
Públicos
Municipio
Distrito
TOTAL
Aportes
RDB
Residencial Densidad Baja
5%
4%
1%
2%
1%
13%
RDM
Media

7%
2%
1%
2%
2%
14%
RDA
Alta

16%
2%

--
2%
4%
24%
INDUSTRIA
--
5%
3%
2%
--
10%
COMERCIO
--
5%
3%
2%
--
10%
Fuente: Ordenanza 836, Municipalidad de Lima - versión abreviada/JL.

Para explicar este esquema:

- Los porcentajes los pagan las empresas inmobiliarias con su equivalente en terreno.
- Es decir, el 4% para SERPAR quiere decir que del total del área a urbanizarse un 4% de tierras va al servicio de parques. Con la venta de esos terrenos, SERPAR se autofinancia.
- El único caso donde el aporte puede ser en efectivo es el de FOMUR, según fue establecido en la ordenanza.
- Recreación Pública: área que se debe destinar para un mínimo de áreas verdes en la zona que va a desarrollar.
- FOMUR es el Fondo de Renovación Urbana, que se viene usando para mejorar la calidad de infraestructura de la ciudad, y parcialmente para los proyectos de recuperación del Centro Histórico.
- Servicios complementarios es el área que se debe destinar, por ejemplo, para levantar un colegio en la zona a desarrollarse.

Polideportivo G. Dansey, en una de las zonas más conflictivas del Centro Histórico.
Financiado con fondos del FOMUR.
Dos puntos a considerar 

Un aspecto central de este esquema es que genera un vínculo de responsabilidad entre la empresa inmobiliaria y la ciudad, lo cual es un punto a favor en la gestión urbana.

Otro aspecto fundamental, pero quizás el más débil, es que todo este sistema de aportes se aplica solamente cuando un terreno rústico es habilitado para ser terreno urbanizable.

Es decir, estos porcentajes solamente se pagan cuando un terreno se urbaniza por primera vez. ¿Cuál es el otro lado de esta moneda?

Que todo el boom inmobiliario que todavía vive Lima, no contribuye para nada a la ciudad. Fuera, evidentemente, de los impuestos básicos que toda obra tiene que pagar.

Nada 

Pero volvamos al punto en cuestión. Que el ministro de Economía, en un aparente intento por alentar la economía, qué termina haciendo:

- Por activar, desactiva
- Por activar, desvirtúa
- Por activar, le quita futuro a la ciudad ¿De qué manera?


Vivienda con alquileres populares, para eliminar la tugurización y para permitir la
recuperación del Centro Histórico. Financiado con fondos del FOMUR.
En el caso específico de EMILIMA, según me explicaba su presidente Carlos Castillo: “invertir en la recuperación del Centro Histórico es lo que en realidad reactiva la economía”. No hace falta más que ver la portada del diario El Comercio este martes 2 de setiembre para ver lo evidente: las grandes empresas empiezan a volver al Centro.

Pero parte de esa recuperación que empieza a atraer empresas, es decir, a activar la economía, se hizo con el dinero del FOMUR – el dinero que, efectivamente, el Ejecutivo piensa eliminar.

Castillo explica que uno de los mayores aportes de su gestión fue reforzar la recaudación de los fondos de FOMUR. De un promedio de cinco millones de soles que recibía al año en el 2011, va a cerrar el 2014 con 20 millones de soles.

¿Cómo cambia este panorama con la propuesta del Ejecutivo? 

De aplicarse la “reactivación” que se pretende hacer, en lugar de 20 millones EMILIMA habría recibido 115 mil soles.

¿Qué ha hecho EMILIMA con ese fondo en estos tres años? Según Castillo, se dio ímpetu a proyectos de destugurización, que tanto afecta el Centro Histórico, y a proyectos de vivienda popular. Por ejemplo:

- Polideportivos Guillermo Dansey y de la plazuela de El Cercado
- Patios de Felipe Pinglo: 88 departamentos de bajo alquiler
- Alameda de la Integración – Estadio Nacional
- Peatonalización Jirón Ancash-Carabaya, etc.

Volviendo a un segundo punto que planteé más arriba: esto solo aplica a terrenos rústicos que pasan a ser urbanizables. Es decir, esto tiene sus días contados. Estos terrenos cada día son más escasos.

¿Qué pasa con todos los nuevos edificios que se vienen construyendo en Lima?

Nada. Ellos no contribuyen a la recuperación de la ciudad con ningún aporte especial. En qué tipo de ciudad sucede esto. ¿No deberíamos más bien estar pensando en ampliar estos aportes? O, más aun, ¿perfeccionar lo que existe para que lo nuevo ayude a pagar lo antiguo?

El arquitecto José García Calderón es el Coordinador Técnico del Plan Urbano de Lima, PLAM 2035, oficina que viene trabajando en la planificación de Lima de aquí a 20 años. "El Ejecutivo, al querer darle mayor dinamismo a la economía lo que ha hecho es decidir por el momento presente, pero eso le quita futuro a la ciudad”, me dijo por teléfono.

Ese quitar futuro quiere decir que las empresas, prácticamente desprovistas de su responsabilidad en el crecimiento y mejora de la ciudad, no van a tener que invertir en áreas verdes para las urbanizaciones, colegios, comisarías, centros de salud, etc.

A la larga, ¿qué estamos permitiendo? La anti-ciudad.

Plaza exterior de la Quinta de Presa, Rímac.  Financiada con fondos del FOMUR.
Fotos: Javier Lizarzaburu
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Sobre otras medidas del ministro Castillo "a favor" del patrimonio, ver también:

"Castilla no la ve"
"Cómo destruir un legado arqueológico"