miércoles, 30 de abril de 2014

Los acantilados al diván. Una interpretación desde el psicoanálisis

Antiguos Parque Salazar y Concha Acústica, Miraflores.  Colección Juan Gunther.

El primer indicio de una relación poco común se produjo hace un par de años. Una colega había escrito un reportaje sobre los acantilados de la Costa Verde y se me ocurrió colgarlo en la página Facebook de esta campaña. La reacción me sorprendió: fue compartida más de 100 veces. Hasta entonces el promedio de notas compartidas en esa página no superaba las 20. ¿Casualidad?

Después me di cuenta que cada vez que salía algo referido a esta parte de la geografía limeña las reacciones hacían saltar los medidores. Hasta la semana pasada, cuando publiqué la propuesta del arquitecto Javier Robles y las cifras superaron todos los records. La nota, que resultó muy controvertida, fue la nota más leída en el último año, de lejos. ¿Por qué?

Solo para darnos una idea: una lectura promedio desde Facebook da unas 3.000-4.000 personas en un día. Esta vez, en unas horas ya había superado las 40.000 visitas. Y los comentarios no se hicieron esperar. Aproximadamente la mitad estaba a favor, y entre los críticos hubo un grupo muy estruendoso, que cuestionó el proyecto con una ferocidad igualmente sorprendente.

¿Qué hay con los acantilados, más allá de un tema de ciudad y medio ambiente, que nos moviliza tanto? ¿Podría ser que hay un mundo simbólico que no estamos viendo pero sí experimentando de manera inconsciente?

Imagen lateral y desde el aire de los acantilados.  Foto: Evelyn Merino Reyna?

Más aún, de todos los temas de patrimonio que suelo tratar: huacas, Centro Histórico, espacios públicos, parques, casonas que se caen, nunca la gente reacciona con la misma intensidad que cuando el tema son los acantilados.

La gran ironía es que decimos que vivimos de espaldas al mar. No tenemos una relación tan estrecha con los acantilados que explique este fuerte vínculo. ¡Ni siquiera tenemos imágenes frontales de ellos! Todo lo que hay son de un ángulo o desde arriba.

Así que esta semana les pido me perdonen por abandonar momentáneamente el guion patrimonial para explorar otra vía: ¿puede el psicoanálisis explicar esta relación y, en consecuencia, aportar una nueva manera de entenderlos?

Una primera aproximación la conseguí con Max Hernández, quien se refirió sobre todo a la parte superior de los acantilados, al malecón. “Es el espacio de integración democrática más visible en una Lima carente de este tipo de espacios públicos. Ahí los sábados y domingos hay un jubileo de gente”. Una razón muy lógica. ¿Qué puede haber más allá?

“El tsunami”, me respondió. “Los acantilados emergen como símbolo de protección, por eso sentimos que es un espacio público que tenemos que cuidar”. Nos habla de nuestra vulnerabilidad.

Con eso en mente conversé con otra experta en indagar interiores ocultos de las personas, Matilde Caplansky. Aquí el resumen de la conversación.

Psicoanalista Matilde Caplansky. Foto: RPP

¿Por qué los acantilados ejercen tal fascinación sobre los limeños?
Alguien alguna vez dijo que éramos una población de espaldas al Océano. El acantilado debe estar en esa negación. Es una linda palabra pero que connota muerte, porque te puedes caer. Tiene connotaciones muy profundas.

¿Qué tipo de connotaciones?
Así como el mar representa a la mujer (desde tiempos prehispánicos), la arena representa el coito, el placer. Desde esa perspectiva, el acantilado representa el límite, el peligro. Y quizás el padre.

¿Quiere decir que en nuestra relación con los acantilados está la figura del padre?
Puede ser. Para los peruanos además el tema del padre es muy sensible. Hay una idea de masculinidad en los picos, los nevados, las montañas, los acantilados. En general la relación con el padre es al que se quiere y se teme. El acantilado inspira temor, angustia, como lo inspiran los padres.

¿Y qué simboliza el padre?
El padre es portador de la ley, simbólicamente. Nos toca profundamente y no nos damos cuenta. Tienen un sentido y un significado. Cuando se le toca, nos sentimos tocados también.

¿Y si los acantilados representan orden, fortaleza, sistema, reaccionamos tanto porque es justamente lo que no tenemos en la ciudad?
Así es.

Y quizás sí. Quizás lo que representan a un nivel los acantilados es un orden natural y una visión internalizada e inconsciente de ciudad. Quizás por eso moviliza tanto la percibida fragilidad del terreno. Desde esta perspectiva, si a alguien se le ocurre "atentar" contra los acantilados, así fuera solo con ideas, en el fondo estaría atentado contra todo: contra la geografía y la ciudad misma que no acabamos de tener...  Solo una idea entre muchas, seguramente.  Y lo que salió del diván telefónico.

Foto: Javier Fernández, en Flickr.

miércoles, 23 de abril de 2014

Anillos para la Costa Verde, o cómo hacer de Lima la reina del Pacífico

Aros que conecten de manera directa y lúdica con una plataforma verde y el mar.

Quizás los dos elementos que más me seducen de esta propuesta son su deseo de rescatar los acantilados de una manera espectacular, y hacerlo de la manera más lúdica: utilizando aros o, como le decían en mi infancia, ruedas de Chicago. Pero además hace frente a un problema muy práctico que como ciudad necesitamos encarar: la actual vía rápida de la Costa Verde, congestionada y ruidosa, ha terminado por separar aún más al ciudadano del mar.

El espíritu que ha puesto Javier Robles, un arquitecto peruano, es de una osadía necesaria. Nos puede o no gustar, pero fundamentalmente nos lleva a mirar esta maravilla de la geografía limeña con otros ojos. Javier vive y trabaja en Nueva York, donde tiene su estudio de arquitectura, Utopus.  Hoy comparte por primera vez su propuesta, y lo hace con los lectores de este blog. Desde aquí, nuestro agradecimiento por esas ganas de aportar.

Javier Robles del estudio Utopus,
en Nueva York y Londres. 
Proyecto: “Mega-Estructura/Entramado Verde”

Concepto
Nuestro proyecto propone conectar Lima y el mar. Para ello imaginamos un parque gigantesco que se extenderá como una “mega-estructura/entramado verde” entre los acantilados de la Costa Verde, la autopista y el litoral.

Esta “mega-estructura/entramado verde” estará compuesta por varios elementos paisajísticos y lúdicos que estratégicamente enlazarán la ciudad, los acantilados y las playas.

Nuestra visión es recrear un nuevo paisaje marítimo a través de elementos urbanos y paisajísticos emblemáticos e innovadores que reforzarán a Lima como la capital mundial del Pacifico Sur.

El acantilado de la Costa Verde y la autopista que bordea el litoral, son dos obstáculos que en distinta medida dificultan la conexión directa de la ciudad con el mar. Asimismo el deslizamiento de rocas y gravilla del acantilado, y la falta de uso y seguridad pública a lo largo de este importante perímetro urbano son tema de reflexión sobre los cuales proponemos nuestro proyecto.

La plataforma verde elimina la separación creada por la vía rápida.
La “mega-estructura/entramado verde” se extenderá entre ambos niveles de manera continua recreando un nuevo paisaje y cubriendo la actual autopista.

Este parque estará compuesto por un sistema de caminos, aceras, rampas, escaleras, pérgolas, barandas, mallas, terrazas y túneles -cubriendo la autopista- que canalizarán la circulación de la ciudad hacia el mar y vice-versa.

El recorrido del parque serpenteará por las curvas del acantilado re-creando una nueva topografía para la ciudad y conectará física y visualmente, la playa y el mar. El uso de tecnologías alternativas, el reciclaje de materiales, así como la energía solar, podrían ser elementos claves para amortizar el impacto ambiental y la protección física y virtual de los ciudadanos y del parque.

Plataforma vista desde arriba, para uso exclusivo de los ciudadanos.

El proyecto estará compuesto por:

“Mega-estructura/entramado verde” sistema de caminos, aceras, rampas, escaleras, pérgolas, barandas, mallas, asientos, terrazas, miradores, juegos, iluminación, túneles, entre otros. Este parque creará una zona pública a varios niveles que permitirá el uso ininterrumpido de los ciudadanos y además promover actividades físicas de deporte, ocio y turismo.

El parque funcionará como una red gigantesca que se adaptará a los contornos del acantilado, reutilizando los accesos existentes y extendiéndose hacia los bordes del acantilado o hacia la playa y el mar.

El concepto de “mega-estructura” se referencia en la creación de una “red-alfombra”, elemento híbrido y continuo, que estaría compuesto de estructuras y superficies mixtas usando diversas tecnologías constructivas ‘high-tech’ y artesanales, combinando materiales industriales, reciclados y vernaculares entre otros.

Este gigantesco parque tendría también pérgolas o cubiertas de celosías, espacios con sombras para que puedan ser utilizados como zonas de descanso. La iluminación y energía del parque se obtendría a través de paneles solares. La autopista seria parcialmente cubierta por un nuevo nivel el cual se tornaría en un boulevard elevado y conectado directamente con los muelles y de acceso directo peatonal hacia las playas.


“Aros”: Proponemos crear un elemento emblemático e innovador en el paisaje limeño. Estos “Aros” no sólo permitirán al ciudadano acceder desde Lima a la playa de una forma diferente, sino que proporcionarán al limeño y turistas nuevas vistas aéreas de Lima y del Océano Pacifico.

Dentro de cada “aro” (tubos de vidrio y acero con estructuras de concreto) habrá un sistema mecánico de vagones esféricos, que impulsado por energía mixta/solar, transportarán mediante un movimiento circular a las personas desde los parques del acantilado hacia el mar y viceversa.

Escaleras y Rampas: las nuevas escaleras y rampas de acceso en forma de zig-zag, se ubicarán en grietas y caminos ya existentes, respetando la geografía existente y crearán nuevos puntos de acceso desde los parques o calles ubicadas en la cima de los acantilados hacia el nuevo boulevard y de allí hacia la playa.


“Toboganes”: los toboganes transportarán a los usuarios a través de un sistema lúdico –mecánico, estos tendrán diferentes niveles para adecuarse al acantilado y su geografía. Los accesos y las salidas estarán ubicados en los parques superiores del acantilado uniendo varios niveles de forma rápida y divertida.

Muelles: Los muelles serán la extensión del nuevo parque hacia el mar. La continuidad y diversidad de superficies y eventos del nuevo parque permitirán que el visitante pueda realizar diferentes actividades al aire libre y promover la interacción directa con el mar.

Referencias:
- London Wheel, London, UK.
- High Line Park, New York, USA.
- Parque da Juventude, Sao Paulo, Brazil
- Brooklyn Bridge Park, Brooklyn, USA.

Imágenes: Javier Robles / Utopus - New York
Link: www.utopus.com

miércoles, 16 de abril de 2014

Salvar el Paraíso en bicicleta (y otras huacas también)

Grupo de ciclistas alrededor de la huaca Paraíso, 4.000 años de antigüedad, en el distrito de San Martín de Porres.

La nota de esta semana la escribe un Quijote limeño. Nada más conocer de su proyecto: salvar las huacas montando bicicleta, no pude menos que sentir ternura ante la osadía. A veces es fácil dejarse llevar por el cinismo o pensar que en Lima los grandes sueños no son posibles. Pero Nils Castro, un educador de profesión, llevó su sueño más allá. Formó un grupo de ciclistas comprometidos, lanzó una campaña para alertar sobre la destrucción de patrimonio, y en el último año ya llevan nueve salidas con un grupo de gente que va en aumento. Y quizás nuestras huacas milenarias necesitaban algo así. Un grupo de entusiastas y deportistas que las sacaran del letargo, del sueño, del olvido. Aquí el relato de Nils.


Nils Castro, izq., con otros ciclistas a la entrada de El Paraíso.

CREACIÓN DEL CÍRCULO CICLISTA PROTECTOR DE LAS HUACAS

Toda mi vida he vivido en Los Olivos. En mi adolescencia era frecuente que en los veranos un grupo de amigos nos aventuráramos por las chacras que existían alrededor de nuestra urbanización.

Conocí el complejo monumental El Paraíso (Ex Chuquitanta) gracias a un paseo que organizó un grupo de ciclistas en el año de 1997, y aún recuerdo cómo la pirámide de Engel se mostraba imponente resguardada por los cerros y cómo la ignorancia se reflejaba crudamente en sus paredes grafiteadas.

Diez años después, finalizando la universidad, retomé el ciclismo. Por este deporte me reencontré nuevamente con El Paraíso en el 2009. Las características de sus cerros y su paisaje lo hace un lugar ideal para la práctica de esta actividad.

UN TESORO VULNERABLE
La primera vez que llegamos apareció en el horizonte don Germán, miembro de la Asociación Cultural Kapac Sumac Ayllu, quien nos pidió que no ingresáramos a la pirámide. A partir de allí empezamos una relación con este guardián y la huaca.

Desde esa fecha hasta la actualidad hemos sido testigos de la destrucción que se ha originado por parte de personas, inmobiliarias y empresas y cómo esta asociación ha hecho y sigue haciendo una férrea defensa para su preservación.

Esta protección tuvo su recompensa cuando el Ministerio de Cultura en diciembre del 2012 decidió poner en valor el complejo. Como parte de las investigaciones al año siguiente, se descubrió un fogón que tendría una antigüedad de 5000 años.

Luego de un año de voluntariado profesional en Chile, retorné a Lima en marzo del 2013. El vivenciar el movimiento ciclista de Santiago y nuestra vinculación con Paraíso nos motivó a crear un proyecto que vinculara el ciclismo y la revalorización de la puesta en valor del complejo.

La ruta incluye las pocas zonas verdes que todavía quedan en el valle del Chillón.

INICIATIVA SOBRE RUEDAS
Nuestra propuesta preliminar fue,  paralelamente a la puesta en valor, fortalecer el circuito de ciclismo de montaña que existe en los cerros. Dicha idea tuvimos que suspenderla por los problemas legales que tiene el complejo arqueológico de Paraíso. Ante esta situación decidimos crear el proyecto Círculo Ciclista Protector de las Huacas. (https://www.facebook.com/CirculoCiclistaProtectordelasHuacas).  El cual tiene, entre sus actividades, realizar circuitos de bicicletas guiados por las diversas huacas de Lima.  En el proceso de reelaboración del proyecto sucedió un hecho aciago.

El 28 de junio del 2013, un grupo de matones contratados, utilizando maquinaria pesada, destruyeron una de las doce pirámides del lugar. Este hecho condenable nos impulsó a fortalecer su defensa, por lo que consideramos que era de vital importancia visibilizar la problemática del complejo. Es así que convocamos al siguiente domingo, mediante las redes sociales, a nuestra I Visita Ciclista Guiada.

Alrededor de 70 personas respondieron a nuestra convocatoria. En ese primer recorrido visitamos la Huaca Aznapuquio, la Huaca Pampa de los Chivos, las murallas de Chuquitanta y el complejo de Chuquitanta. Este circuito de una hora nos permite observar cómo la ciudad ha ido creciendo descontroladamente en desmedro de los campos de cultivo del valle del Chillón y de las huacas que alberga.

Parte de su registro visual de la destrucción en la zona de El Paraíso y lo que viene pasando en el lugar.
AGENDA URGENTE PARA LA CIUDAD
Los márgenes del río Chillón poseen diversas estructuras patrimoniales que están comprendidas desde el período Lítico (Chivateros) hasta la época colonial (Hacienda Chuquitanta).

Estas características únicas convierten a dicha zona en un importante reducto de nuestra historia limeña y nacional por lo que es urgente su preservación. Lamentablemente hasta el día de hoy continúan en estado de abandono.

La primera lección que nos dejó estas nueve salidas es que una gran cantidad de limeños no conoce su ciudad ni el patrimonio prehispánico que alberga. La investigación científica, a su vez, es escasa y las entidades estatales involucradas tienen la burocracia y un deficiente presupuesto como baches en su trabajo de protección.

PRÓXIMA CITA: 27 DE ABRIL
Sin embargo, nuestros recorridos ciclistas nos han permitido descubrir que desde la sociedad civil cada vez hay más ciudadanos dispuestos a revertir dicha situación. Diversos colectivos y activistas buscan preservar nuestro patrimonio material e inmaterial y están articulando redes para visibilizar nuestras riquezas históricas.

Lima, la de las pirámides truncas, tuvo alrededor de 500 huacas en sus tres valles. Las estructuras visibles de 240 aproximadamente fueron destruidas desde la colonia, lo que no significa que aún existan vestigios en el subsuelo por investigar.

Así que en la décima salida que tenemos prevista en unos días más visitaremos dos huacas del Valle del Rímac: la Huaca Florida (Rímac), la Huaca Mangumarka y el museo CREA de San Juan de Lurigancho. Este 27 abril alista tu bici. La historia de Lima Prehispánica está solo a la vuelta de la esquina. Te esperamos!


Texto y fotos: Nils Castro
Para conocer más del próximo evento haz clic aquí
Para ver un registro de la destrucción realizada en El Paraíso clic aquí
Mira uno de los videos de las salidas
Otro video

miércoles, 9 de abril de 2014

Gran parque El Paraíso: el sueño verde que debería transformar a Lima

Vista de la muralla de Chuquitanta incorporada al nuevo paisaje.
El enorme, fundamental y todavía verde valle del río Chillón es un potente símbolo de lo que nos hemos convertido como ciudad hoy, y de lo que todavía podemos, o debemos, transformar.

En un territorio de unas 300 hectáreas, que abarca los distritos de San Martín de Porres y Ventanilla, se acumulan las imágenes más vergonzosas de un desarrollo urbano sin visión, sin respeto, sin autoridad: basura, contaminación, destrucción arqueológica.

Pero al mismo tiempo El Paraíso, con su hermosa pirámide milenaria, es el origen de la civilización en el territorio de nuestra ciudad. Aquí todavía podemos ver esa estructura, que aunque parcialmente reconstruida, se mantiene como señal solitaria del inicio del conocimiento hace 4.000 años.

La nota de esta semana la escribieron los jóvenes arquitectos del estudio Shicras: Juan Carlos Zapata, Kleber Espinoza y Paulo Tubino. Ellos, junto con los arquitectos José Canziani y Juan Reiser, ganaron hace unas semanas el 2° puesto en el Concurso de Ideas para Lima Juan Gunther, de la Municipalidad Metropolitana de Lima y la empresa Los Portales.

Se trata de una propuesta necesaria, vital, visionaria. En este momento podemos llamarla utopía, sueño o delirio. Pero soy de los que piensa que el futuro se construye hoy, y a falta de decisiones empecemos por las ideas. Las buenas ideas.

Los que prefieran, pueden empezar con el video preparado por ellos. Hacer clic aquí


“PARQUE AGRO-URBANO EL PARAÍSO”
(Cuenca baja del Valle Chillón – Lima Norte)

El Valle del Río Chillón en la actualidad ha sido convertido en un espacio residual. Es un gran botadero de basura y desmonte, y el mismo río trae una serie de residuos industriales y domésticos, que posteriormente van a dar al mar.

La situación se agrava cuando las últimas parcelas agrícolas del valle y sus comunidades campesinas se ven amenazadas por la urbanización de estas tierras, producto de la especulación inmobiliaria y el abandono de políticas de resguardo por parte la administración pública.

Esta situación en el valle viene acompañada, además, de la destrucción del patrimonio cultural que aquí se desarrolló por los primeros limeños: el complejo arqueológico El Paraíso, el primer antecedente de un complejo de planta en “U” en la Costa Central del Perú, con unos 4.000 años de antigüedad.

En este contexto, no es exagerado decir que el Valle del Chillón, su patrimonio ambiental, histórico, cultural y social estén a punto de desaparecer.

Ubicación del parque de 300 has. marcado en rojo.

CAMBIO DE PARADIGMA
Ante estos conflictos y ausencias, planteamos el proyecto de un gran parque agro-urbano de casi 310 Ha., equivalente a 16 veces el Campo de Marte de Jesús María, o casi la misma extensión del Central Park de Nueva York.

Las estrategias que sugerimos buscan en primer lugar conservar el paisaje agrícola en conjunción con la puesta en valor del complejo arqueológico de El Paraíso-Chuquitanta.

La segunda estrategia estructura una red de plazas y equipamientos básicos (biblioteca, centro de atención, talleres, centro de interpretación, etc.) distribuidos proporcionalmente para reconstruir un borde a través plataformas de piedras del lugar, con usos en primer nivel, y a modo terrazas abiertas al paisaje en un segundo nivel.

Esto tendría como fin el acto contemplativo del paisaje agrícola como sucedía con las pirámides.

Vista de las dos plazas y pirámide principal de El Paraíso, desde el mirador.
VISIÓN
La tercera estrategia, se centra en trabajar e integrar a la comunidad campesina que allí existe para recuperar la calidad del suelo agrícola del valle, mejorar la producción para obtener productos orgánicos, reforestar y recuperar especies nativas del Valle del Chillón.

La cuarta estrategia pasa por hacer sostenible el manejo del agua, conectar al sistema de canales agrícolas con una serie de humedales artificiales que purificarían el agua, y luego regarían las áreas agrícolas por un sistema de riego por goteo.

Finalmente, la quinta estrategia plantea una “pampa verde”, un verde social al borde del río, un espacio humano para simplemente estar sobre un césped un día domingo con quienes más queremos.

La propuesta territorial desarrolla y responde multidimensionalmente las necesidades y problemáticas existentes en los valles de Lima de la siguiente manera:

Malecón de la muralla con implementos urbanos.

LO QUE LA LEY YA OFRECE
Desde una dimensión político-legal, la propuesta se sostiene y desarrolla a través de la Política de Estado sobre los Recursos Hídricos (Política 33) y la Política de Ordenamiento y Gestión del Territorio (Política 34) del Acuerdo Nacional desarrollado el 2002.

A esto se le suma la Ley General del Patrimonio Cultural de la Nación (Ley Nº 28296) y la ley que declara en Emergencia Ambiental una determinada área geográfica (Ley N° 28611).

Desde una dimensión económica, en una etapa de implementación inicial, considera importante la puesta en valor de zonas arqueológicas en relación al valle para su conservación y poder conseguir financiamiento de instituciones como el Banco Interamericano de Desarrollo, entre otros.

Comparativo con otros parques de Lima y el Central Park de NY.

FINANCIAMIENTO Y SOSTENIBILIDAD
La financiación del proyecto se sostendría, por un lado, a través de pagos por servicios ambientales de parte del Estado (esbozados en la Ley N° 27308, Ley forestal y de fauna silvestre), y pagos por impacto ambiental realizados por la industria desarrollada alrededor.

La sostenibilidad económica posterior estaría sostenida por el turismo arqueológico, turismo agrícola, y la propia producción de alimentos orgánicos que se puedan desarrollar en el valle con las comunidades agrícolas existente.

Área con zona de campamento y río recuperado. La muralla a la izq. y la pirámide más arriba.

EL FUTURO DE UNA CIUDAD MILENARIA
El Parque Agro-urbano El Paraíso pretende ser un referente de cómo articular el sistema de espacios públicos de una Lima ‘moderna’, con espacios de una Lima prehispánica, desarrollada principalmente a través de sus tres valles, para generar un nuevo tejido de espacio público que proteja el patrimonio ambiental, histórico y cultural de la capital.

El potencial de este espacio urbano-rural conlleva a reflexionar sobre situaciones de equilibrio entre la ciudad y el territorio, en restablecer uno de los contactos más elementales: el ser humano, la tierra y el agua.

En este sentido, nos lleva a cuestionar el modelo oficial actual de los parques en Lima: parques temáticos de consumo, enrejados y que se reducen a parques a modo de gran jardinería para ver y no tocar. Es momento de retomar las buenas ideas y crear un verdadero parque metropolitano para Lima Norte.


Para ver el video del estudio Shicras, con un resumen de su propuesta, haga clic aquí

Nota: todas las imágenes provienen de la propuesta de sus creadores
Hacer clic sobre ellas para verlas en mayor tamaño

miércoles, 2 de abril de 2014

Lima y Buenos Aires, dos caminos ante una misma pérdida: edificios históricos.

Casona en Buenos Aires. "Qué ciudad queremos en 20 años" (M. Magadán)

Si no fuera por las referencias propias de su ciudad, este texto bien podría referirse a Lima en lo que se refiere a pérdida de edificios históricos. Ambas ciudades vienen sufriendo un crecimiento inmobiliario que, en el contexto en que se produce, tiene la misma consecuencia: dejarnos sin ciudad.

Allá como acá son casonas históricas las que van desapareciendo. Pero como cuenta Gisela Carpineta, de INFOnews, a pesar de la pérdida los porteños han venido encontrando fórmulas para hacerle frente a esta dinámica.

A diferencia de Lima, donde podría decirse que el movimiento de vecinos todavía está en formación, allá ha generado herramientas como: multas por delito patrimonial, formularios de denuncias por desaparición de patrimonio, registro de demoliciones y hasta mapas de la destrucción. Todo lo cual va dando peso y legitimidad al pedido de muchos: respeten la ciudad y sus ciudadanos.

Sigue siendo un sistema imperfecto, pero cada vez hay más reglas que dificultan el abuso. Gisela Carpineta es periodista y en las últimas semanas escribió dos notas sobre el tema. Lo que sigue es un resumen de las mismas.


Gisela Carpineta, periodista de INFOnews

Mi Buenos Aires demolido: patrimonio arquitectónico a la deriva

Por la presión de los lobbies inmobiliarios, la burocracia legal o las aplicaciones abusivas del derecho de propiedad, la realidad es que lejos quedó aquella “tierra florida donde mi vida terminaré” a la que le cantaba Carlos Gardel. Hoy la ciudad tiene un paisaje muy distinto al que actuó como fuente de inspiración de escritores como Roberto Arlt, Jorge Luis Borges o Federico García Lorca.

La casa de los poetas Alfonsina Storni y Evaristo Carriego, el caserón donde murió el ex presidente Roque Sáenz Peña, los adoquines de muchas callecitas de Buenos Aires, símbolos del paso del Art Nouveau en la Ciudad, o míticos bares porteños como 36 Billares o la Confitería Richmond: todo se perdió ante el avance demoledor del mercado inmobiliario.

La lógica de ese mercado inmobiliario es tan simple como alarmante: si ya no hay espacios vacíos para construir, se los deben generar. ¿Cómo? Construyendo sobre edificios históricos o modificándolos sin criterio alguno, demoliendo inmuebles con valor patrimonial o a través de los desalojos.


“En patrimonio, como en otras cuestiones, la administración local no cumple con su función básica de defender lo público y va detrás de la tendencia del mercado”, sostiene Marcelo Magadán, arquitecto especializado en restauración de edificios históricos.

Jaime Sorín, presidente de la Comisión Nacional de Museos, Monumentos y Lugares Históricos y uno de los mayores conocedores de la crisis habitacional de la ciudad, detalla que más del 50 por ciento de lo construido en los últimos años se distribuyó en cinco barrios: Constitución, Balvanera, Recoleta, Belgrano y Palermo.

Estos últimos tres son los que contaban con la mayor carga de patrimonio arquitectónico, donde se arrasó con una gran cantidad de petit-hoteles y edificios de la década del ‘20, ‘30 y ’40: “Es cuando cambia la imagen de la ciudad del siglo XIX al XX. La mayoría ya se perdió".

Multas al delito patrimonial
A nivel local el patrimonio arquitectónico está protegido por las declaratorias de APH, Áreas de Protección Histórica, y por la Constitución de la Ciudad (Art. 26, 27 y 32) que incorporó como derechos de los porteños el acceso a la cultura y a la preservación del patrimonio edificado.

Sin embargo, fue recién a fines del año pasado cuando se logró avanzar en un elemento fundamental para frenar la destrucción del patrimonio: un régimen de penalidades para quienes atenten contra edificios históricos. Aunque las multas se establecieron por ley, aún no se sabe si se aplicaron.


Los vecinos
Además, según funcionarios del gobierno de la ciudad, se ha avanzado en la cantidad de inmuebles protegidos. Señalan que antes del 2008 sumaban menos de 5.000 los inmuebles protegidos. Hoy la ciudad lleva protegidos más de 16.000 inmuebles, a los que se sumarán próximamente los anteriores a 1941 que están en estudio.

Más allá de las responsabilidades políticas, lo cierto es que gracias al movimiento de los vecinos - que durante los últimos años puso el foco en esta problemática - se avanzó en una creciente toma de conciencia, que la incluyó en la agenda política.

Así fue como las denuncias y el interés de los ciudadanos para conservar los edificios protegidos tuvo su gran victoria y, tras arduos y fallidos debates, logró que la Legislatura modifique la Ley 2548 que protege a los edificios anteriores a 1941 y realice una prórroga, la Ley 3056.

“Basta de demoler”
Para Carlos Blanco, arquitecto y miembro de la Organización No Gubernamental ‘Basta de Demoler’, creada en 2007 con el objetivo de preservar el patrimonio histórico de la Ciudad,

"en nuestro país las leyes sólo tienen sentido si la participación ciudadana genera empoderamiento social, que nos permita sensibilizar e ir tomando conciencia sobre nuestro devenir histórico. En ese sentido, las ONGs patrimoniales acompañamos como mecanismo de alerta temprana”.

De esta manera, tras perder casi toda nuestra identidad edilicia, finalmente se avanzó en el catálogo de esos inmuebles y algunos de los edificios y conjuntos urbanos públicos y privados que siguen en pie, estarán a salvo.

Ahora, todo edificio o conjunto urbano representativo construido o con planos aprobados hasta el 31 de diciembre de 1941, no podrá ser modificado ni demolido sin previa intervención del CAAP (Consejo Asesor de Asuntos Patrimoniales).


El CAAP, en la mira
Pese a que antes de la creación del CAAP, hace cuatro años, no existían obstáculos a la hora de aprobar demoliciones porque simplemente con un plano presentado al Gobierno de la Ciudad se daba el visto bueno para derribar un edificio histórico y construir una enorme torre, los especialistas denuncian que hoy la realidad no es muy diferente.

“De todas formas, el CAAP se las ha ingeniado para permitir la demolición de más del noventa por ciento de los casos presentados a lo largo de estos últimos años”, advierte Magadán.

Jaime Sorín también pone la alarma sobre esta Comisión, un órgano mixto integrado por representantes del Poder Ejecutivo, de la Legislatura y de algunas instituciones, que se reúne cada 15 días y trata entre 30 y 40 edificios por sesión:

“La realidad es que esta Comisión ha permitido indiscriminadamente demoliciones, bastante apoyada en que en su conformación hay parte del lobby de la construcción, colegios profesionales e incluso la misma Facultad de Arquitectura”.

Sin embargo, aunque el CAAP decida que un edificio no puede demolerse o modificarse por su valor patrimonial, la última palabra la tiene el dueño. Es decir, si el dueño quiere tirar abajo su propiedad, aunque el CAAP se oponga, puede hacerlo.

"En A.Latina nos estamos acostumbrando a esto. Falta equilibrio" (J. Sorín)

Cierre
"Estamos en un momento de quiebre. No deberíamos seguir propiciando este tipo de desarrollo urbano sin habernos detenido a debatir la ciudad que queremos para dentro de 10 o 20 años. ¿Cuál es la manera de promoverlo sin que esto sea una amenaza para el patrimonio? Regulando, mediando, gestionando". (Marcelo Magadán, arquitecto especializado en restauración de edificios históricos)

"Es cierto que la cultura cambia, pero la ciudad no puede tener cambios tan violentos. En América Latina nos estamos acostumbrando a que esto pase, mientras que en Europa se mantiene mucho más el patrimonio. Muchas veces dicen que la defensa del patrimonio es a costa de impedir el progreso o vivir en el pasado. No es así: todo pasa por tener un equilibrio". (Jaime Sorín, presidente de la Comisión Nacional de Museos, Monumentos y Lugares Históricos)

Mapa de las demoliciones

Relevamiento de vecinos y el equipo de Basta de Demoler. Referencias:
Amarillo: Edificio en peligro.
Rojo: Edificio en peligro inminente de demolición.
Azul: Edificio demolido
Verde: Edificio demolido (demolición histórica).

Registro de demoliciones: http://www.gbdpropiedadesdemolidas.blogspot.com.ar
Fotos: del registro de demoliciones.
Infografías: Diego Pintos/Infonews
Infonews: http://www.infonews.com/