miércoles, 19 de marzo de 2014

Avenida Arequipa: el progreso aberrante. (memoria gráfica para verla morir o resucitar)

En 1921, tras su inauguración y con el arco morisco arriba. Foto: Skyscraper.com
El post de esta semana es un reclamo. Un reclamo hecho con rabia de años. Este texto, y las 52 fotos  que lo acompañan, respiran impaciencia, frustración, pena. Pena por el destino de una avenida que siempre fue parte de mi paisaje personal.

El empujón final vino durante la entrevista la semana pasada con el arquitecto mexicano, Javier Sánchez. En la conversación surgió el tema de lo aberrante que era para él que se construyeran edificios enormes junto a propiedades históricas.

La imagen que se me vino a la cabeza en ese momento fue la de la Sociedad de Fundadores de la Independencia. Ese edificio histórico y silencioso que ya no se yergue, sino que yace sobre las primeras cuadras de la Arequipa. Eso no tendría que haber pasado. ¿Pero quién protege la ciudad?

Edificio de la Sociedad de Fundadores de la Independencia.
Para los que piensen que esto es un inútil ejercicio de nostalgia les digo esto: si tenemos que tirarnos algo abajo, lo nuevo debería ser muy superior a lo que perdemos.

Pienso que lo nuevo debería estar obligado a superar lo que se deja atrás. Porque lo nuevo le pertenece a uno. Lo anterior, a todos. Eso consigue que aunque tu avenida cambie, tu ciudad mejore y se embellezca. Tomada en su conjunto, esto no ha pasado con la Arequipa. Por el contrario.

Desde hace tiempo quería hacer algo así. Recorrer sus 52 cuadras y tomar fotos de lo que estamos permitiendo. A esta galería de imágenes de hoy, que pueden ver haciendo clic aquí, le añadí algunas imágenes del pasado.
 
Obelisco a su creador, presidente Augusto B. Leguía.
Algunas de esas vistas casi centenarias vienen de Google, y las otras de amigos de la página de esta campaña en Facebook que respondieron generosamente al pedido.

Lo que nos queda es un espejo de nosotros mismos. Como ciudad, como ciudadanos, como autoridad, como empresarios. Es un espejo perverso y deformado en el que pocos quieren mirarse. Pero toca hacerlo.

Es una visión del progreso descarrilado. Señal inequívoca de una ciudad desbordada. Pero eso fue hasta ayer. ¿Qué haremos hoy?

Muro ciego de cuatro pisos sobre la Avenida, pertenece a una iglesia evangélica.
Buscando información para las imágenes que acompañan esta nota, encontré el siguiente texto en el blog del historiador Juan Luis Orrego:

“Actualmente, la desidia de las autoridades y el mal gusto del sector privado han producido la imagen de abandono y deterioro de esta avenida que, en su momento, fue punto de referencia de los nuevos criterios urbanísticos y habitacionales a los que debía apuntar la Lima moderna”.

Era exactamente el mismo sentimiento. Lo desolador fue darme cuenta que lo había escrito hace 10 años, en marzo del 2004. ¿Qué nos pasa como ciudad que somos incapaces de reaccionar ante la destrucción?

La lectura de lo que verán en estas 52 imágenes  será la experiencia de cada uno. A mí me deja claro que hay un aspecto fundamental: ni Lima ni los limeños merecemos este descuido. ¿La buena noticia? Todavía podemos hacer algo.

Una de las casonas que sobreviven. Protegida y sin muros aislacionistas.

Fotos: J.Lizarzaburu, salvo las imágenes antiguas con autoría en cada caso.

3 comentarios:

  1. Te espero con mucho interés el sábado en la reunión.

    ResponderEliminar
  2. El peruano es masoquista, se inflige dolor asi mismo, destruye su patrimonio, ensucia, pinta y orina sus monumentos. Ahora como visitante y turista de mi propia ciudad, veo con horror el caos vehicular en la Av. Arequipa. Esas combis, custers son las asesinas del medio ambiental y estetico de una ciudad huerfana de cariño de sus habitantes.

    ResponderEliminar
  3. ESTE ASESINATO ARQUITECTONICO ESTA SUCEDIENDO EN MUCHOS PAISES, ESPECIALMENTE EN SUR AMERICA. LA AMBICION URBANISTICA ACTUAL... CREEA DESORDEN Y DEMULEN BELLO PATRIMONIO, VIAJEN A QUITO Y PUEDEN COMPARTIR EL MISMO SENTIMIENTO, EL 99% DEL AREA DE LA MARISCAL HA SIDO DEMOLIDA MUY APESAR DE TENER DECRETO Y PLACA PATRIMONIAL, EN CORTO NO EXISTE RESPETO.

    ResponderEliminar