miércoles, 16 de noviembre de 2011

EL SUEÑO, LA AVENTURA Y LA REALIDAD


Esta campaña es una exquisita locura.  Pero una locura bien seria, que tiene sus raíces en las investigaciones que se han venido produciendo en los últimos 30 años y que transformaron todo lo que sabíamos de Lima antes de 1535.  Después de todo, ¿cuántos lugares del mundo pueden despertarse un día y decir: 'caray, se nos había olvidado de contar un par de miles de años'?.

Tanta gente reaccionó de manera positiva y asombrada al lanzamiento de la campaña de El Comercio, el pasado 12 de noviembre, que parecía que de pronto empezábamos a recuperar memoria. Como que salíamos de un aletargamiento de siglos.  "¡Las huacas están vivas!"dijeron varios durante el evento en el Parque de las Leyendas - el mayor centro arqueológico en Lima Metropolitana.  No me cabe duda que esa verdad la llevábamos dentro. Y salió.

A mí me gusta mucho la imagen que abre esta nota.  Para el evento mandamos a hacer unas banderolas con motivos prehispánicos limeños.  Verlas ondear en lo alto de las huacas, de mano de estudiantes de colegios de San Juan de Lurigancho, Comas y San Martín de Porres, fue emocionante.  Estos son niños que con el apoyo de sus profesores han reconocido sus ancestros en esta capital.

Mientras esto sucedía en el parque, en la página web del diario publicábamos el video de Lima Milenaria, un primer intento a contar la historia desde su principio.  Dura unos 8min.


El evento empezó con un concierto del grupo Pachacamac, que usa solamente instrumentos prehispánicos.  A eso le siguió "la procesión de las huacas", hasta llegar a este lugar de arriba, donde se realizó un pago a la tierra, y los discursos de rigor.  Aquí el director del diario, Francisco Miro Quesada, uno de los abanderados de la campaña.  Los representantes de la Municipalidad de Lima y del Ministerio de Cultura, ambos expresaron el apoyo definitivo de sus instituciones.  ¿Solo queda entonces encontrar una fecha?

Aquí un resumen en video de la ceremonia de lanzamiento:
http://elcomercio.pe/lima/1332558/noticia-se-lanzo-campana-lima-milenaria-revalorar-patrimonio-prehispani


Lo mejor de ese día fue la participación de los jóvenes. Unos 200 vinieron de varias partes de Lima, representando a los diferentes curacazgos de los tres valles, con lo que le dieron color, vitalidad y una dignidad muy especial al evento.  En ese grupo estaban los más chicos, del proyecto Colli, en Comas, niños de 8, 9 años de edad que andaban con micrófono y cámara en mano haciendo su video-reportaje.  Aquí el resultado.  Cosas así le dan tanto sentido a lo queremos conseguir.
http://www.youtube.com/watch?v=u-e72WlbQaA&feature=related

Si tienen curiosidad de ver cómo estaban los chicos de colegio, aquí las fotos:
http://www.facebook.com/media/set/?set=a.238887426172518.57669.197066140354647&type=3

Al día siguiente, domingo, me tocó despedir mi serie de perfiles de "Limeños de todas las cepas" con el personaje central de todo el año: Lima.
http://elcomercio.pe/impresa/pdf/1321160400/ECLI131111a12/

La campaña busca difundir toda esta valiosa información, pero también ponerla en su contexto más contemporáneo.  No es mirar al pasado para quedarse en el pasado.  Es recuperar de ahí lo que nos hace más fuertes hoy.  Es reconocer y aprender a vivir con un legado de creatividad y de adaptación al medio ambiente.   Eso debería darnos una nueva posibilidad para avanzar con paso más seguro.  Es un ejercicio de optimismo, es cierto.  Lo otro es no creer. Pero qué ganamos con eso.

sábado, 12 de noviembre de 2011

LANZAMIENTO DE CAMPAÑA CON EL COMERCIO



A partir de este sábado 12 de noviembre, Lima Milenaria se convierte en un objetivo y una ruta para el diario El Comercio.  A partir de hoy, nuestra identidad, nuestro camino hacia adelante y nuestro pasado milenario urbano, encuentra un camino más sólido y de mayor influencia para hacer de nuestro sueño una realidad.

Como hemos comentado en varias oportunidades desde este blog, no se trata de una fantasía ni de chauvinismo ni de un ideal falso.  La ciudad prehispánica de Lima existe.  A través del tiempo, y durante las varias ocupaciones culturales que tuvo este territorio, desde la gente que construyó los templos en U hasta los españoles, esta ciudad ha venido creciendo.

Pero así como esta página busca el reconocimiento oficial de ese pasado urbano milenario, desde la perspectiva de una sola lectura en la evolución de la ciudad, también es importante reconocer a la gente que hoy hace posible este importante salto: de no haber sido por la visión y el entusiasmo de personas como Martha Meier Miro Quesada, y del director del diario, Francisco Miro Quesada, esta campaña no tendría la dimensión que adquiere hoy.

Que existan personas así, que lograron ver el alcance de una propuesta como la nuestra y la decidieran incorporar en este medio de comunicación, dice mucho de su sensibilidad y de su compromiso con la ciudad y sus ciudadanos. 

Solo queda conseguir el objetivo mayor: que la Alcaldesa de Lima, Susana Villarán, declare oficialmente a Lima Ciudad Milenaria.  ¡Ojalá sea el objetivo de todos!

Seguiremos con este blog, aunque el trabajo más profundo de información empezaremos a hacerlo desde El Comercio.  Muchas gracias por su tremendo apoyo a todos los que nos siguen.

viernes, 23 de septiembre de 2011

MARANGA, CUNA DE UNA CIUDAD LLAMADA LIMA


Hace unos 2.200 años, grupos de limeños empezaron a transformar el desierto que les rodeaba.  Empezaron a abrir unas zanjas que eventualmente se convirtieron en canales de irrigación.  Empezaron a colocar sus ladrillos de adobe que con el tiempo se convirtieron en sus palacios, templos y centros administrativos.  Pero algo pasó.

Ese proceso nunca se detuvo. 

Es cierto que la arquitectura monumental de Lima va mucho más atrás en el tiempo.  Que todavía nos quedan magníficos templos en U con unos 4.000 años de antigüedad.  Pero esas estructuras fueron abandonadas, y lo que necesitábamos para esta propuesta era encontrar ese lugar que nunca más se dejó, y ese momento que marcó el punto de no retorno. 

Ese lugar está en el Parque de las Leyendas, el mayor centro arqueológico de Lima. Ahí empezó a construirse y a crecer la ciudad que hoy todos llamamos Lima.

El lugar ha sido investigado por varios arqueólogos en las últimas décadas, y la más reciente es Lucénida Carrión, quien cree en el poder de las huacas para transformarnos a todos.

Aquí la versión completa de la entrevista que hicimos con ella, un extracto de la cual se publicó el sábado 24 de septiembre en El Comercio.


¿Qué piensa de los planes del Patronato del Parque de las Leyendas de darle prioridad al área de Arqueología?
Que las autoridades hayan decidido apoyar el lado arqueológico es una oportunidad que no debemos desaprovechar.  Que los limeños se enteren que dentro del Parque de las Leyendas hay una riqueza muy importante y muy valiosa, que es parte de nuestras raíces. 

¿Qué se sabe hoy aquí que no se sabía hace 30 años?
Muchas cosas, y una de esas es que antes no teníamos evidencia de la ocupación que se había producido desde el año 200 a.C. Hoy sabemos que este lugar fue continuamente habitado durante 1.500 años (hasta la llegada de los españoles).  

¿Cuáles fueron los principales momentos en Maranga?
En su arquitectura hay dos grandes periodos: primero, la cultura Lima, con los adobitos.  La mayor parte de estos edificios están al norte del parque. El principal fue San Marcos. Y en la parte sur, donde se construyó con tapiales, son del periodo 1100-1450, del señorío Ichma.  Pero falta hacerse todavía más investigación.

¿Y antes de eso?
Mucho de lo más antiguo quedó en el subsuelo, está cubierto.  Todavía no se ha comprobado, pero estamos viendo que un fenómeno del Niño debió inundar la parte norte. En los años 80, cuando el presidente Belaúnde iba a construir un gran museo aquí, se hicieron excavaciones y aparecieron estructuras bajo tierra, pero tuvieron que ser cubiertas nuevamente.

¿Cómo se imagina usted el parque en el año 200 a.C.?
Eso corresponde al periodo Formativo (1.700 a 200 a.C.), cuando se construyeron templos ceremoniales y centros públicos.  En ese momento hubo varias construcciones, probablemente con piedra o con adobes, que lamentablemente fueron sepultadas y quedaron aquí debajo.  La pesca era su actividad principal. 

¿Cuánto de eso ha sobrevivido hoy? 
Lo que queda es una fracción.  No hay que olvidar que cuando llegan los españoles arrasan con todo, buscando oro y riquezas.  Y después los hacendados, lo que ellos hacen sin saber mucho de patrimonio es destruir. Después las urbanizaciones arrasaron con muchas de las construcciones. La antigua ciudad Maranga ocupó parte de lo que hoy es San Miguel, Magdalena, Pueblo Libre, el Cercado.

¿Por qué se ve que algunas huacas están cortadas?
Porque en una época hubo gente que veía a las huacas como barreras para sus campos de cultivo y las atravesaron con acequias, creyendo que siendo de barro fácilmente podían caerse. Incluso hay acequias hechas de concreto que dan vuelta dos hasta tres veces hasta la parte alta de alguna de las huacas.  Pero no pudieron. Esto es testimonio de la ingeniería de barro: no pudieron someterla.

Es una suerte que quedara todo esto…
Si no hubiera sido por el zoológico creo que hubiera desaparecido, porque las urbanizaciones no han respetado los monumentos. 


¿Cuál es la edificación más antigua dentro del parque?
La huaca Middendorf, que tiene unos 27 metros de altura. Esta se debió empezar en el año 0 aproximadamente. Tendríamos que levantar otras capas de tierra para ver las anteriores, pero eso no va a ser posible. 

¿Qué es lo que más le llama la atención de este complejo?
Yo me quedo cada día más admirada de los antiguos limeños, porque ellos conocían la tecnología.  Eran grandes ingenieros. A pesar de todo lo que ha hecho la naturaleza y el hombre, aquí continúan. Es increíble, sus construcciones de barro ¡son a prueba de agua!

Y dice que todavía falta investigar mucho…
Así es. Nos falta hacer mucha investigación. Falta porque la división de Arqueología todavía es nueva dentro del parque. Si bien el parque ya tiene 47 años, Arqueología recién tiene 8-9 años, que es nada.  Y hay mucho que hacer.

¿Cuál es el mayor riesgo en este momento para las estructuras?
A pesar de que han resistido tanto tiempo, y tanto terremoto, las estructuras están en riesgo y tenemos que trabajar en conservación y restauración. No creo que resistan más.  Se están perdiendo los muros. 

¿A qué se debe?
Por el paso del tiempo, estar a la intemperie, la contaminación, el cambio climático.

¿Es un riesgo serio?
Sí lo es. Definitivamente.

¿Qué impacto está teniendo el cambio climático sobre estructuras?
Hay mayor afloración de sal.  Eso quiere decir que hay más humedad y al haber más humedad la sal del mar que viene con el viento lo impacta, entonces el muro empieza a desintegrarse y va perdiendo cada día más, entonces se ve cómo la erosión del viento va socavando.

¿Qué quisiera ver usted aquí, en su reino, en el futuro?
(risas) Este es el reino de todos los limeños, pero no lo saben reconocer. En el futuro me gustaría que los monumentos estén recuperados, restaurados, que se vea emergiendo su monumentalidad de en medio del zoológico. Que sea un lugar que eduque.  Esto es un laboratorio para muchas profesiones. Sería bueno que ingenieros estructuralistas, arquitectos, especialistas en análisis paleobotánicos, restauradores, una serie de profesionales, pudieran estudiar estos edificios maravillosos.

Es como si el lugar tuviera una dimensión sagrada…
Yo sí lo siento, sobre todo cuando subo a algunas en particular, como Middendorf o Tres Palos. Es inexplicable. Me siento con más energía, me siento bien… creo que va más allá del hecho que me guste la arqueología.

¿Tiene que ver con usted?
Me gusta porque tengo mis raíces andinas.  Mis abuelos tenían mucho respeto a los apus. En Ayacucho ellos hacían sus rituales, aunque yo nunca lo pude ver.  Nosotros también aquí hacemos un pago a la tierra cada vez que vamos a iniciar un trabajo. Porque eso es respeto.

¿Por qué es importante conservar todo esto?
Es importante porque solamente valorando nuestro pasado vamos a crecer y vamos a surgir.  Si no, no nos vamos a levantar del todo.  Si nosotros hubiéramos sabido antes de toda esta riqueza cultural que nos han dejado nuestros antepasados, que se ha perdido, seríamos un pueblo mucho más sabio.

¿Conoce la propuesta de Lima Milenaria?  
Sí, de lo que he hablado con usted y que Lima debe ser reconocida como una ciudad milenaria.  Me parece una excelente idea. Creo que es una forma que nuestra población empiece a conocer que Lima tiene su historia, su pasado.

En esta propuesta, es importante encontrar ese momento cuando Lima empieza a crecer de manera ininterrumpida.
Bueno, si hablamos de una continuidad de ocupación estaríamos aquí en Maranga. Si lo vemos desde ese punto de vista, sí.  Porque antes existieron otros lugares como la huaca Florida o Garagay, que son más antiguas. Pero es verdad que en Maranga no hubo interrupción en ningún momento.  Tenemos incluso restos de vivienda española.

¿Cuál es el mensaje entonces que recibimos del pasado?
El pasado está pidiéndonos que le demos una mirada y empecemos a tomar el ejemplo de ellos. Antes, la población por ejemplo trabajaba mancomunadamente. Había la minca, el ayni.  Todos estaban más unidos. Ahora no, somos más egoístas.

¿Y cuál es el mensaje de Maranga?
Maranga representa el valor de la sabiduría que tuvieron esos antiguos limeños, porque ese es el testimonio de estos edificios, porque nos dicen: ‘miren, estuvimos acá y tuvimos este gran conocimiento que ustedes aún no conocen. Aquí estamos, presente’.

Es emocionante lo que dice…
Yo me emociono mucho cuando hablo del pasado. Perú está sentado en un banco de oro con muchas riquezas que no hemos sabido recuperar.

Aquí la nota de El Comercio: 
http://elcomercio.pe/impresa/notas/plan-salvar-huacas-parque-leyendas/20110924/1307393

Posición del diario frente a una Lima Milenaria:
http://elcomercio.pe/impresa/notas/lima-ciudad-milenaria/20110924/1307609

viernes, 16 de septiembre de 2011

PURUCHUCO, la hilacha del descontento


Puruchuco, sin haber sido cortado, ya es otra herida más. Nos involucra a todos, ciudadanos, medios de comunicación, autoridades.  Y nos cuestiona a todos, porque no se percibe una acción concertada para proteger y salvaguardar.

Nos involucra como ciudadanos porque hemos crecido sin ver.  No conocemos la importancia y el alcance que tuvo nuestro pasado limeño prehispánico y, en consecuencia, vivimos como si fuera un estorbo.  Como si para avanzar, Lima necesitara destruir.

En los medios de comunicación, una limitada sensibilidad y poca información para lidiar con temas de protección de patrimonio, produce una cobertura débil.  Y las autoridades, que poco se preocuparon de enseñarnos de una manera digna y seria sobre nuestro herencia prehispánica, actúan a veces con ignorancia, otras por codicia o de maneras contradictorias, cuando actúan.

LA IMPACIENCIA

Este caso es emblemático.  Cuando conversé con el arqueólogo Luis Guillermo Lumbreras, considerado uno de los mejores y más respetados arqueólogos del país, tuvo que admitir que efectivamente él había firmado la cuestionada resolución 268 del INC que aprobó los planes de ampliación de la Av. Javier Prado a tajo abierto.

Cuando le pregunté sobre tamaña contradicción, dado que él sostiene que la solución es hacerlo construyendo un túnel por debajo, solo atinó a decir "es que la firmé sobre el supuesto que la mejor opción seguía siendo el túnel".  Pero en el documento no hay mención alguna a la opción alternativa.

Lo que es diferente hoy es el momento que vivimos. Quizás, como dijo la protomora cultural Anahí Vásquez de Velasco, que ha convocado a una marcha por el patrimonio el 31 de octubre, "es que ya estamos hartos".
 
LIMA EN LAS REDES

Quizás porque Lima ha empezado a llamar la atención de una creciente cantidad de población en internet y en las redes sociales. 

Quizás porque hay una cultura más democrática, donde se puede y debe exigir a sus autoridades que esta vez no estamos dispuestos a que nos quiten memoria.

Por lo que sea, el limeño hoy parece harto de la indiferencia ante la constante y progresiva mutilación de su ciudad, de su memoria, de su futuro. 

ALCALDES PERPETRADORES

No me sorprendería si un análisis de la situación concluyera que son los alcaldes distritales los que más daño están haciendo, al permitir lo que se levanta en sus jurisdicciones.  Ninguno parece haber  desarrollado un plan de protección de patrimonio local.

Por el contrario, su mal entendida noción de modernidad los ha llevado a dar luz verde a horrores urbanos como los que se ven sobre la Av. Arequipa, o la Av. San Felipe, y muchas otras.

Miraflores, por mencionar un lugar emblemático de la ciudad, tenía barrios enteros con encantadoras muestras de arquitectura temprana del siglo XX, que le daban originalidad y atractivo.

Hoy eso viene siendo reemplazado por muros, paredes anónimas, rejas anodinas e hileras de púas, que hacen de la ciudad un lugar ajeno, inhóspito.  Sin ningún respeto por la memoria de ese momento que ayudó a definir lo que el distrito es hoy.

EL VALOR DE UN MOMENTO

Hace unos meses entrevistaba a la alcaldesa de Montevideo, Ana Olivera.  Ahí, el legado que protegen con dientes y uñas no tiene más de 150 años de antiguedad.  Buena parte de eso es arquitectura local, sencilla, sin ningún otro mérito que tener más de 100 años.  Y está fuertemente protegida por ley.  

Cuando le pregunté por qué ese celo, su respuesta fue simple: "porque representa un momento en la vida de la ciudad.  Nos recuerda cómo vivíamos entonces".

Me dio vergüenza decirle que en Lima tenemos arquitectura monumental de más de 4.000 años de antigüedad. Y que no sabemos protegerla.

EL SILENCIO  

En Lima quienes autorizaron estas mutilaciones, como la misma de Puruchuco, fueron personas "cultas". Aquí lo que mantiene su vitalidad es la tradicional  cultura del 'yo hago lo que quiero', y 'no me importa el otro'.  Este parece ser el único legado que hemos defendido y protegido por siglos.

Porque a todos nos conviene en algún momento.

La ministra de Cultura hace poco dijo que hay que preservar el patrimonio arqueológico, pero prefirió no hablar para la nota que publiqué hace unos días en El Comercio.  ¿Estaban analizando la situación? Pudo decir eso, pero tras dos días de insistentes llamadas, nada.

Mientras tanto, la poblacíon la veía por televisión en Mistura, la veía en alguna inauguración de arte, o la veía cantando descalza con una frazada.  

EL FUTURO EN NUESTRAS MANOS

Pero parece que vivimos un momento diferente. Esta semana, un colectivo de artistas y ciudadanos preocupados por el patrimonio organizó un plantón frente al ministerio. El próximo mes tendremos una marcha.  Y en las redes sociales va en aumento la discusión sobre estos temas.  Va creciendo el interés y el hartazgo. 

Quizás ahora, que no somos un país (completamente) muerto de hambre, podemos volver a mirar a nuestra herencia cultural y decir aquí hay algo que nos importa, que nos refleja a todos, y creemos que vale la pena cuidar.

Quizás lo que vemos es el inicio de una nueva manera de ponernos de pie, de decirle a los que tienen capacidad decisión: estamos hartos y no queremos más indiferencia. Hagamos algo, juntos. 

 
Foto: adaptada de http://museosdelperu.blogspot.com

miércoles, 24 de agosto de 2011

LA LIMA DE JUAN GUNTHER - 5/fin


Lima en 1535 era como este mapa.  Un núcleo español rodeado de nada.  Y quizás ahí radica uno de los efectos más nocivos del colonialismo: habernos arrancado de la memoria un origen anterior, urbano y monumental, que ocupó estos valles de manera continua, por lo menos durante 1.500 años más, hasta 1535.

Para gracia y suerte de nosotros, limeños de todas las cepas, las ciudades de esas épocas siguen todavía con nosotros.  Aprendimos a no verlas.  Pero siguen ahí.   Para más gracia y suerte, ha habido arqueólogos, arquitectos y profesionales de distinto tipo, que se han encargado investigar y de recordarnos que no venimos de la nada.

Con estos últimos párrafos terminamos la secuencia dedicada al arquitecto Juan Gunther.  Él ha sido uno de los primeros en darle un cuento a Lima que no empezaba en 1535, sino mucho antes.  Tiene la gratitud de este blog y nuestra tarea consiste en seguir difundiendo este conocimiento.  Hasta que un día logremos que Lima sea declarada, oficial y legítimamente, Ciudad Milenaria.

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La fundación española de Lima

La fundación española de Lima se realizó en el espacio frente al Palacio de Taulichusco, con su consentimiento, el 18 de enero de 1535.

La cuadrícula de la ciudad proyectada por Diego de Agüero,siguiendo con el patrón de asentamiento occidental, fue de 117 manzanas de 125m. de lado, con calles de 12m, para construir las nuevas casas sobre las huacas y caminos antiguos.

Pizarro ubicó su Centro Administrativo sobre el antiguo Palacio de Taulichsusco para poder gozar del mismo manejo de los riegos del valle que tuvo aquel, contradiciendo las leyes españolas de fundación de ciudades, que estipulaban claramante que las plazas debían estar al centro de la cuadrícula.

Los primeros años de Lima

La cuadrilla de Pizarro fue sobrepuesta a la trama urbana prehispánica, por lo que el desarrollo urbano de Lima se ralizó a lo largo de los ejes preexistentes, creciendo desde la  Plaza de Armas en forma de cruz.

El crecimiento de Lima primitiva fue lento por las guerras civiles que acabaron en diciembre de 1554, y por los continuos levantamientos indígenas. 

Lima católica

El proceso dado en el Perú, para acabar con los movimientos indígenas e implantar completamente la religión católica, produjo al término del siglo XVI y durante la primera mitad del siglo XVII un fuerte movimiento católico.

Esto se vio reflejado en la construcción de inifinidad de templos y conventos, así como también en la aparición de beatos, santos y religiosos como Santa Rosa de Lima, San Martín de Porras, Santo Toribio y San Francisco Solano.

Esto daría a la ciudad un sello religioso, que la coronoaría luego como foco de irrigación de la evangelización de la América española.

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Textos extraídos de: "Jornadas de Lima" - Programa de toma de conciencia del Centro Histórico de Lima, publicado por el Patrimonio de Lima, con apoyo de la Cervecería Backus, en 1992.


lunes, 8 de agosto de 2011

LA LIMA DE JUAN GUNTHER - 4



Segunda cultura panperuana: Los Wari

Ellos dominan estos valles alrededor del año 600 d.C. Su sello distintivo fueron los centros administrativos y canales de regadío.  Siendo conocidos como grandes urbanistas, Cajamarquilla probablemente sea el ejemplo más notable que sobrevive de ese periodo.

Otras obras notables de este periodo: el templo pintado de Pachacamac, y el "rio Surco". También mejoraron la red de caminos de los marangas. Uno de ellos salía desde Callao hasta los actuales jirón Quilca, Miro Quesada y Junín. "Por esta época hace su aparición un nuevo elemento que tendrá influencias en la construcción de viviendas hasta el día de hoy: la estera".  Se calcula que los Wari se mantienen en este territorio hasta los años 1100-1200.

Periodo de Reinos y Confederaciones: El Señorío Collique y Señorío de Ichma

"Al parecer, por los fenómenos climáticos adversos y su correspondiente crisis productiva y social, las capitales y centro de Wari-Tiawanaku son invadidos, y la administración del territorio limeño vuelve a ser netamente local, dividiéndose el valle en curacazgos".

"Los curacazgos del valle del Chillón formaban el señorío de los Collique, y los del Rímac y Lurín el señorío Ichma con su capital en Pachacamac". La serpiente bicéfala se convierte en parte definitoria del estilo de este periodo en la costa central.

Tercera cultura panperuana: Los Incas

"Treinta años antes de la llegada de Colón a América, Tupac Yupanqui, hijo del Inka Pachacutec, anexó pacíficamente los territorios de Ichma y después de una fuerte batalla, los de los Collique del Chillón. Se comprometió, con los anexados pacíficamente, en respetar su oráculo y erigió en el promontorio más alto de la ciudadela de Pachacamac, el templo inka del Sol".

"Los inkas integraron Lima con la red caminera imperial que iba de Cusco a Quito (...) estructurado por tambos como Armatambo, Limatambo, Tambo Inga y Tambo de Lima".



 "El centro de distribución del agua para la parte baja del valle era un triángulo conformado por Lima, Callao y Miraflores.  El Centro Administrativo se ubicaba en la actual Plaza de Armas y estaba conformado por el Palacio del curaca Taulichusco bajo lo que hoy es Palacio de Gobierno".

"Otro templo en este Centro era el actualmente cubierto por la Catedral de lima, denominado "Puma Inti", según estudios hechos por el Arq. Harth-Terré.  Finalmente, lo que terminaba por definir la forma triangular de la plaza, era la huaca del cabildo rodeada de un corral de llamas, ubicada donde hoy es el Palacio Municipal.  Detrás del Palacio de Taulichusco, estaba la bocatoma del más antiguo río artificial y la huerta desde donde se controlaba el riego del río Huatica".

----- continuaremos.

Textos extraídos de: "Jornadas de Lima" - Programa de toma de conciencia del Centro Histórico de Lima, publicado por el Patrimonio de Lima, con apoyo de la Cervecería Backus, en 1992. 
Foto 2: dibujo del Arq. Juan Gunther, cedido a Lima Milenaria, con su proyección de imagina de cómo debío lucir la actual Plaza de Armas.

miércoles, 20 de julio de 2011

CICATRICES (POS) COLONIALES, PALIMPSESTOS MILENARIOS

Foto 1: Huaca San Marcos

Kathrin Golda-Pongratz es una arquitecta alemana enamorada de Lima.  O de su historia arquitectónica, debería decir.  La conocí hace un par de años cuando ella estaba de visita para un evento sobre ... arquitectura de Lima.  Enseña en universidades de Barcelona y Frankfurt, le gusta este blog y accedió a escribir esta nota para nosotros.  Texto importante, escrito con una mirada y una sensibilidad necesarias.  Porque es una gentil llamada de atención a cómo tratamos nuestro legado milenario, nuestra identidad, nosotros mismos.  Gracias, Kathrin.
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Subir a la Huaca de San Marcos es una experiencia de múltiples lecturas. Es, por un lado, ver prácticamente toda la metrópolis, es escucharla, olerla y a la vez estar completamente alejada de ella. Es estar al margen y en el centro a la vez. Es entender que las inscripciones prehispánicas en este territorio entre río y mar conformaban unas infraestructuras importantes de distribución de agua y de caminos.

Es también una lectura de cicatrices. Por un lado, es ver el estadio de San Marcos construido encima de la Huaca truncada de Aramburú a fines de los años cuarenta, cuando, conforme con la Resolución Suprema 598 del 23.10.1948, se decidió que “la solución más económica y ventajosa sería utilizar hormigón limpio de río o de Huaca (él que abunda cerca del Estadio)” (Golda-Pongratz 2007, 131).

Sesenta años después, el proyecto del nuevo By Pass de las Avenidas Venezuela y Universitaria tropieza bruscamente con las huellas de la historia del territorio, al causar una alteración calificada muy grave al complejo arqueológico de Maranga y la Huaca de San Marcos, ubicada dentro del campus de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, según los reportes finales de la evaluación arqueológica del Instituto Nacional de Cultura (INC).

Estas evaluaciones se hicieron cuando las obras ya estaban muy avanzadas y cuando una auténtica pugna había surgido entre el municipio y la universidad, en cuyo terreno ya avanzaron las máquinas municipales, destruyendo el muro perimétrico del campus universitario. El INC tomó nota del caso y se disponía a paralizar las obras, para después aprobarlas.

Mientras tanto, el alcalde de entonces, Luis Castañeda, defendió las obras como indispensables y de especial importancia e urgencia para dar una buena imagen a los visitantes de la Cumbre del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) que en noviembre de 2008 se celebró en Lima. Desde entonces, la disputa territorial continua, y el patrimonio prehispánico parece ser el menor factor de discordia en ella.

La alcaldesa actual, Susana Villarán, denominó de "capricho de la gestión anterior" (Perú 21, edición online, 26.1.2011) el impacto de la "oreja vial" y mientras las obras continuan, está buscando un consenso con las autoridades de la universidad.

Foto 2: La obra se detiene

A partir de decisiones ad-hoc o decisiones forzadas, eventos efímeros o acontecimientos históricos, a veces a partir de un gran plan urbanístico, a veces de puros caprichos o un sueño a corto plazo de algún alcalde, se producen inscripciones en el territorio y en la memoria colectiva que, a su vez, borran o remplazan a otras y así sucesivamente producen capas visibles o invisibles dentro del territorio. Hay miles de tales palimpsestos, y de muy diferente índole.

El concepto de palimpsesto nos ayuda a entender la complejidad de la ciudad y de su cultura, dado que inscripciones previas han sido borradas y se ha escrito encima de ellas, pero aún quedan huellas en la conciencia y en el territorio mismo. Nos confirma un dinamismo, quizás todavía inconciente y, sobre todo, un posible dialogo. Las sucesivas capas de huellas en el territorio dibujan, si se quiere, el carácter objetivo de un lugar, de una ciudad.

Son escasas -pero con este blog van en aumento- las descripciones de la estructura y de la idiosincrasia del asentamiento previo a la fundación de la nueva capital colonial del Virreinato de Perú. Apenas se ha investigado por qué ciertas huellas y caminos se han mantenido hasta hoy, causando ciertas asimetrías dentro del damero claro y rígido del centro histórico contemporáneo, mientras que otras, ya en el año fundacional o poco después, han sido tapadas y sobre ellas, se ha construido (Golda-Pongratz 2009, 152).


Foto 3: Magnífico hallazgo arqueológico del canal de Huatica, tras el terrible incendio de Mesa Redonda.

Mesa Redonda es un caso ejemplar de varios palimpsestos y del fracaso de su lectura: El lugar, cuya fisiognomía es la de una mesa, resultando de un cruce de caminos prehispánicos. En la Lima de fines del siglo XX conformaba un importante centro de fabricación de productos y de negocios informales. En diciembre del 2001, el almacenamiento ilegal e inadecuado de artefactos pirotécnicos provocó una devastadora explosión y causó ahí la muerte de más de 500 personas.

Poco después, el gran vacío causado por el incendio se tapó rápidamente, posiblemente no solo por razones políticas, sino también por motivos morales. Para reducir la densidad del lugar y para conmemorar a las victimas, se transformó dentro de pocos meses en un espacio verde denominado “parque”, alrededor del cual las fachadas de los edificios destruidos por el fuego se pintaban simplemente para disimular su desastroso estado.

El canal del río Huatica, salido a la luz tras el incendio, constituía todo un reto para las administraciones: como resto arqueológico debió de repente protegerse como monumento. En vez de integrarse en el parque o en un concepto de unas nuevas edificaciones, fue enrejado y segregado del contexto, finalmente sellado con un letrero del Instituto Nacional de Cultura que lo denominaba Patrimonio Cultural de la Nación.

Pocos años después, en agosto del 2008, ambos, el parque por un lado y el letrero por otro, han desaparecido debajo de nuevas construcciones de galerías comerciales de varios pisos, posiblemente nuevamente incumpliendo las normas técnicas.

A partir del accidente podría haberse tomado el reto de seguir las huellas prehispánicas y de diseñar en este lugar históricamente significativo un espacio que podría desvelar las capas tan fascinantes de Lima, acentuar la importancia de aquel cruce de caminos que hasta hoy en día sigue determinando la estructura urbana y, a la vez, mejorar la calidad de vida y de trabajo en Mesa Redonda.

Foto 4: La esquina de Mesa Redonda en 2002, y el cartel del canal, al lado derecho, detrás de los chicos.

¿Cual es el centro (físico y conceptual) al que nos referimos, teniendo en cuenta que la misión cultural de traer los márgenes a la esfera de influencia y al centro de poder era la justificación principal de cualquier explotación económica y política del colonialismo?

Foto 5: Mesa Redonda en 2008. La gente camina hoy sin memoria, sin noción de haberse tapiado parte de la identidad que definió a Lima.

Pensar la Lima de ahora y la Lima del futuro más allá del viejo concepto de metrópolis y, a su vez, en un contexto poscolonial nos abre, pues, nuevas perspectivas frente a sus diversas realidades, sus tendencias contemporáneas de recolonización territorial, su hibridez prometedora y su actual fragmentación.

Nos hace entender que el centralismo obsoleto tendrá que ser remplazado por un modelo regional y pluricentral. Nos hace ver que los mayores retos para este territorio urbanizado a múltiples escalas son la capacidad de leer sus macro y micro escalas y fomentar su convivencia, incentivar la interacción entre las diversas realidades locales, encontrar mecanismos de conectividad equilibrada y desarrollar redes infraestructurales que fortalezcan y protejan la diversidad y el potencial cultural, económico, espacial y social de cada uno de sus partes, sin destruir el patrimonio prehispánico.

Las inscripciones, incrustaciones y los palimpsestos territoriales y culturales constituyen su patrimonio, tanto como la visión de como se vivirá con ellos en este siglo XXI postmetropolitano.

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Referencias:

Golda-Pongratz, Kathrin. 2007. "La transformación de estructura y significado del centro de Lima. Tres aproximaciones." En: Ur[b]es N° 3, Revista de Ciudad, Urbanismo y Paisaje. Editado por Ludeña Urquizo, Wiley, Lima.

--- 2009. "La transformación de estructura y significado del centro de Lima." En: Perú: la construcción sociocultural del espacio territorial y sus centralidades. Editado por Dammert Ego, Manuel, Quito: OLACCHI.

El texto se basa en extractos de la publicación de la autora: Inscripciones, incrustaciones, palimpsestos – descifrando la Lima poscolonial contemporánea. En: AUT Nr. 3 (Revista de Arquitectura, Urbanismo y Territorio del CAP Regional de Lima). Belaúnde, Pedro (Ed.), Lima 2010, p. 18-29.

(Todas las fotos: Kathrin Golda-Pongratz)

lunes, 11 de julio de 2011

LA LIMA DE JUAN GUNTHER - 3

Cuándo empieza Lima como ciudad es todavía materia de debate en algunos círculos.  Hay quienes sostienen que debemos empezar en los Templos de U, como vimos en el post anterior, porque indican que su construcción supuso un ordenamiento social, económico y espacial que solo se da cuando se haba de un desarrollo urbano.  Con esto en consideración, Lima se convertiría en una ciudad de 4.000 años de antiguedad.

Para Lima Milenaria, la ciudad empieza en el año 200 a.C. por una sencilla razón: desde esa época hasta el día de hoy tenemos un desarrollo urbano ininterrumpido, con la evidencia para probarlo.  Los Templos en U en algún momento fueron abandonados y no se conoce bien, por el momento, qué sucedió en estos valles durante varios siglos. Y, lamentablemente, tampoco existe la evidencia para hablar de una continuidad urbana.

Aún así, hablar de una ciudad de 2.200 años de antiguedad ya es importante. Y tampoco pretendemos ignorar el legado arquitectónico anterior.

Siguiendo con los textos del arquitecto Gunther, del libro "Jornadas de Lima", él habla del Periodo de Gobiernos Locales y Regionales.  La cultura Maranga: el gran canal Magdalena.

Después del abandono de los Templos en U en estos valles se desarrolla lo que él llama la cultura Maranga, y que otros especialistas después han identificado como la cultura Lima. "El centro de esta cultura se ubicaba en el área entre lo que hoy es la Universidad de San Marcos, la Universidad Católica, el Hospital Naval y el Parque de las Leyendas".

El estilo arquitectónico que define este periodo es el de la "pirámide trunca con rampa hecha de adobitos". La ligera pendiente del terreno producía ocasionales inundaciones, una forma natural de riego, que llevó "al pueblo Maranga a ganar más terrenos de cultivo". 

Es así que construyen el primer gran canal artificial, con la bocatoma detrás de lo que hoy es palacio de Gobierno.  Con el tiempo, el sistema de canales cubriría todo el actual territorio de la ciudad, con cientos de kilómetros de extensión.  Y Lima, pasaría de ser un desierto a un enorme valle productivo.

Foto: huaca San Marcos.

lunes, 4 de julio de 2011

LA LIMA DE JUAN GUNTHER - 2


El arquitecto Juan Gunther autorizó a Lima Milenaria para que reproduzca fragmentos de los textos que él escribió en los años 90, como parte de una publicación del Patronato de Lima, para sensibilizar a los limeños sobre las riquezas arquitectónicas, arqueológicas, históricas que tenemos y que nos ubican en una situación sin paralelo en todo el continente americano.

Como reza el viejo dicho "no se ama lo que no se conoce", aquí retomamos el cariño de Gunther a la ciudad, para seguir difundiendo estos conocimientos.  Es verdad que desde entonces, algunas nociones han sido revisadas.  El título de esta entrega en su libro tiene que ver con Chavín.  Algunos arqueólogos posteriores indican que el desarrollo que hubo en Lima, estamos hablando de hace 4.000 años, no fue Chavín sino un desarrollo propio de esta región, posiblemente sì con influencia de esa gran cultura andina.
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"Primer cultura panperuana: Chavín

Los gigantescos templos en "U" de Lima.

Después de descubrirse la agricultura, los pobladores de las aldeas construyen, cercanos a sus viviendas y a sus terrenos de cultivo, centros ceremoniales para adorar a sus dioses y albergar a sacerdotes que manejaban conocimientos de astronomía, de riego y de distribución del agua.  Estos templos se extienden por todo el valle de Lima: El Paraíso del río Chillón, el de Garagay en San Martín de Porras, la Florida en el Rímac, Pampa de Cueva en Independencia, Las Salinas en el Agustino, etc.

Estos templos en "U" tenían un edificio principal acompañado de 2 brazos que encerraban unas "plazas" que generalmente abrían al noroeste, dirección de donde venía el agua y cuya dimensión podía variar entre 3 y 16 hectáreas.

En Garagay se ha descubierto en los  muros, altos relieves de barro que muestran a seres antropomorfos con rasgos felínicas chavinoides, pintados en colores pastel."

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La foto que aquí presentamos es justamente de Garagay, como está ahora.  Un lugar todavía monumental y sorprendente.  Pero que vive con la indignidad de haberse instalado una enorme torre de electricidad encima de la pirámide central.  ¿Se imaginan Teotihuacán, o el Coliseo romano, o Machu Picchu con algo así? Garagay es incluso mucho más antiguo que todas estas maravillas.  Cuestión de ir valorando.

Continuaremos.

miércoles, 29 de junio de 2011

LA LIMA DE JUAN GUNTHER - 1


En 1992 el Patronato de Lima, presidido por Eduardo Arrarte, publicó Jornadas de Lima.  Era un libro pequeño hecho con el propósito, según la presentación de Arrarte, de contribuir a la enseñanza y "valoración de la riqueza histórica, cultural, artística y arquitectónica-monumental que encierra el Centro Histórico de Lima".

Un año antes ellos habían conseguido que el CH fuese declarado patrimonio Cultural de la Humanidad.  Por ese motivo estaban interesados en crear un sentido de responsabilidad en la "tarea de detener el actual proceso de deterioro urbano de nuestar ciudad".

Las 46 páginas ilustradas, fueron redactadas por el arquitecto Juan Gunther y tal como lo anunciamos hace unas semanas, vamos a presentar algunos fragmentos de esa gran historia de la ciudad, que en su momento él supo formular.

Es cierto que algunas de las ideas han sido revisadas desde entonces por arqueólogos, a la luz de nuevos descubrimientos, pero es bueno contar la historia tal como se veía en ese momento.  Lo más sorprendente es que, hasta donde sabemos, ningún alcalde posterior supo darle continuidad a esta tarea.  Y esta es la historia de todos.  Nos pertenece a todos.

--- Empezamos con un paneo general sobre 12.000 años de presencia humana en nuestros valles:


"Un cuadro del desarrollo de Lima antes de la llegada de los españoles nos muestra épocas de desarrollo regional (época lítica, arcaica, intermedio temprano e intermedio tardío); y épocas en las que culturas poderosas (o panperuanas), influyen sobre todo el territorio.


Tenemos primero las aldeas que se desarrollan en Lima durante la época Lítica (12.000-5.000 antes de nuestra era) y la época Arcaica (5.000-1.200 a.n.e.), cuando se construyen templos ceremoniales como El Paraíso en el río Chillón y La Florida en el río Rïmac.


Chavín va a generar la primera cultura panperuana que se desarrolla en el Horizonte temprano o formativo medio (1.200-200 a.n.e.).  En el área de Lima hará modificaciones en sus ya antiguas estructuras y construirá nuevos templos ceremoniales como el de Garagay, en San Martín de Porres, o Pampa de Cueva, en Independencia.


Luego se desarrolla en Lima en el periodo Intermedio temprano o de Gobiernos locales y regionales (200 a.n.e.-100 d.n.e.) una cultura local llamada Maranga.


En el horizonte medio (siglo III al XII), esta cultura regional se va a ver influenciada por la segunda cultura panperuana de filiación Tiawanaku-Wari.


Posteriormente se desarrolla en Lima, en el periodo Intermedio tardío o de Reinos y Confederaciones (siglo XII a mediados siglo XV) el señorío de Ichma, con dominio sobre los valles de los ríos Rïmac y Lurín; y el señorío de Collique, en el valle del río Chillón.


Finalmente, antes de la llegada de los españoles, una tercera cultura panperuana, los Incas, va a unificar todo el territorio durante el horizonte tardío o Inca Imperial (1440 y 1530)".

(seguiremos publicando extractos del libro)

martes, 14 de junio de 2011

EL NUEVO TRAJE DEL EMPERADOR



El presidente es una autoridad suprema. El presidente tiene un don particular.  El presidente manda sobre una masa boba y uniforme que sigue sus deseos.  El presidente, tal parece, debe despertar.

En varios medios ya se han expresado con claridad criticando la decisión de levantar una copia del Cristo de Rio de Janeiro sobre el Morro de Chorrillos.  En su mayoría, las opiniones tienen que ver con cultura democrática, el respeto a las instituciones y los procesos en una sociedad que quiere avanzar y dejar atrás legados autoritarios. Sin mencionar el cuestionable origen de esos fondos. Así que no queremos abundar en eso.

El aporte de esta página va por el lado de la identidad de Lima.  Uno de los intereses que nos anima a buscar el reconocimiento oficial del desarrollo milenario de nuestra ciudad es que eso, justamente, nos debería servir para mirar al futuro.  ¿De qué manera?  Reconociendo uno de los legados más importantes de más de 2.000 años de desarrollo urbano ininterrumpido: que a estos valles siempre hemos llegado a crear, a crecer, a construir.

Construir, está claro, en el mejor sentido de la palabra, en relación con la naturaleza.  Este legado milenario en Lima habla de nuestra creatividad que viene de antiguo; de nuestra genial testarudez para quedarnos en estos valles a pesar de los constantes terremotos; de nuestra aguerrida fascinación por construir haciéndole un guiño a la naturaleza y esquivando sus vaivenes.

Eso nos hace diferentes de otras ciudades del continente, porque tenemos una historia que contar. Porque todas las culturas que llegaron aquí dejaron algo único, singular, diferente.  Si no, miremos a los templos en U, como Garagay en el distrito de San Martín de Porres, los primeros de su tipo en el país con más de 4.000 años de antiguedad.  O la sencilla pero rotunda presencia de la huaca Pucllana, o la auténtica monumentalidad de Mateo Salado.

Llevar ese legado hacia el futuro, en nuestra opinión, es comprometernos con estructuras que continúen esa herencia.  Que lo que levantemos aquí no sea ni siquiera una copia de nuestro propio pasado, sino un ejercicio en originalidad, en creatividad, en un reflejo de cómo soñamos o vivimos los limeños.

Desde este punto de vista, que alguien crea que lo más monumental que podemos hacer en el siglo XXI es copiar la identidad de otra ciudad, parece el contenido de un mal sueño. Y quizás el dueño de ese sueño debería despertar ya.  Antes que para otros se convierta en pesadilla.

Foto: huaca Pucllana, Miraflores.


martes, 31 de mayo de 2011

LA PLAZA ANTES DE PIZARRO, Y UN PADRINO

Fue una casualidad que al terminar una entrevista con don Gonzalo de Aliaga, él me mostrara un dibujo del arquitecto Juan Gunther.  Quedé sorprendido.  Era una imagen de cómo pudo haberse visto la Plaza de Armas en 1535 que jamás había visto. Y de pronto, ahí, de las manos de un descendiente directo de conquistador tenía una versión de Lima Milenaria.

Es una proyección basada en las descripciones de los cronistas de la época y en las propias investigaciones de Gunther sobre la ciudad prehispánica.  Tremendo documento, pensé.  Ahí se puede ver el palacio de Taulichusco, sobre el terreno del actual palacio de Gobierno en cuyas terrazas, según de Aliaga, su ancestro levantó la casa que existe hasta hoy.

Se pueden ver también las otras huacas, como el templo al Sol en donde está la Catedral.  Según el dibujo, la catedral original ocupaba solo una esquina.  Y del lado derecho hacia arriba se puede ver delineado el actual Jr. Ancash que, al igual que el Jr Junín, tienen una traza auténticamente milenaria.

Pero esto no duró mucho porque los templos y palacios fueron destruidos.  A diferencia de Cusco, donde la piedra y la magnificencia de la arquitectura hizo casi imposible traerlos abajo, acá su construcción más sencilla, con adobe, hizo más facil la tarea de desaparecerlos.

Curiosamente durante la entrevista, de Aliaga señaló como una falsedad que los conquistadores no hubieran encontrado nada en estas tierras.  Es más, dice, lo que hallaron fue una ciudad establecida, razón por la cual Pizarro decide refundarla como ciudad española.

De Aliaga y Gunther, en los años 90, formaban parte del Patronato de Lima, una asociación de empresarios y conocedores de la ciudad que se habían juntado para proteger el Centro Histórico.  Tuvieron planes avanzados, incluidos los financiamientos, que fueron frustrados por los alcaldes de la época.  Según Hector Velarde, 'peor que los terremotos han sido los alcaldes'.  Pero su triunfo mayor fue conseguir que ese sector fuese declarado Patrimonio de la Humanidad. 

Aparte de eso, el Patronato en ese momento ya se había dado cuenta de la importancia de que los mismos limeños fuésemos parte de este proceso de protección del patrimonio.  Ellos publicaron un libro pequeño, Jornadas de Lima, redactadado por Gunther mismo, y destinado a colegios y todo público interesado en la ciudad, con información precisa sobre la historia de este territorio en los últimos 12 mil años.

Y así, en una segunda casualidad significativa, aprendí que Juan Gunther ya había trazado el camino para una Lima Milenaria hacía mucho tiempo.  Cuando se lo comenté, respondió que se sentiría honrado y feliz de ser el padrino de este grupo.  Le prometí que en los próximos posts presentaré algunos de sus textos sobre la ciudad.  Imperdibles.

miércoles, 11 de mayo de 2011

¿EXISTE EL PALAIS CONCERT?


Era un niño y todavía caminaba de la mano con mi madre por el Jirón de la Unión.  Me fascinaba mirar hacia arriba, a las partes altas de los edificios.  Éste en particular me llamó la atención la primera vez que lo vi porque esas figuras me parecían tan reales, mirándome en una posición inquietante que no acababa de entender. 

Conforme fui creciendo siempre que pasaba por aquí me paraba a mirarlo.  Nadie sabía que era mi edificio favorito.  Yo tampoco sabía que aquí había brillado ese cafe que hizo época.  En el colegio aprendemos de Valdelomar pero no había hecho la asociación entre uno y lo otro.  Casi nunca había una conexión entre lo que aprendía en la escuela y la realidad presente.  Todo ya había pasado. Todo ya había existido.  Para mí, el Cafe Concert había dejado de ser.

En mi época de universitario tenía el placer solitario de caminar por el Centro los domingos.  Seguía mirando arriba.  En esa época aquí había un hotel y un día subí para ver cómo eran las habitaciones.  Quedé fascinado y me prometí un día pasar una noche.  Al subir llegabas a un hall redondo, en puro estilo Art Nouveau, estilo del cual recién había aprendido en la Universidad.  Había unas seis puertas alrededor.  Puertas muy altas, con vidrios de colores y muchas de esas curvas inquietantes.

Nunca dormí en esas habitaciones, pero sentir la permisividad del Art Nouveau era suficiente para un ligero placer juvenil.  Me hablaron de la familia Barragán, que había sido o era la dueña del edificio y de cómo cuando leventaron el edificio, había sido el primero en Lima con un sótano en el cual había un sistema de poleas que hacía funcionar determinados mecanismos del lugar.  Al Palais nunca entré. 

Depués me fui del país por muchos años y al regresar fue grato ver que el edificio seguía en pie y que las curvas y las miradas de las figuras en su friso seguían generando cierta inquietud en mí.  Pero el lugar había cambiado.  El Jirón de la Unión había cambiado.  El Centro había cambiado.  Las figuras de arriba ahora parecían querer escapar antes que seducir al paseante. Las curvas se habían convertido en látigos que flagelaban el inmueble y sus recuerdos.

Estos días, varios grupos de limeños se han levantado para defender lo que para ellos es también suyo.  Si en algún momento llegué a pensar secretamente que el Palais Concert era yo, después llegué a entender que 100 años después el Palais Concert seguíamos siendo muchos.  Mi edificio era el de otros también y la gente se juntó para expresar su descontento.  O su amor.

Son esos momentos cuando te das cuenta lo que la ciudad significa para uno.  No es solo el lugar donde trabajas, sufres o bebes.  Es el lugar que bien podría ser un pedazo de mi cuerpo.  Un pedazo sin el cual mi cuerpo no es más el mismo cuerpo.  Ojalá que estos intentos por salvar el edificio sea el inicio de muchos más intentos por salvar la ciudad.  Tenemos un legado de arquitectura monumental de más de 4.000 años que no podemos tirar por la borda.  Esos edificios son nuestros testigos, los que le van dando continuidad a nuestra historia, sentido a nuestra memoria. 

miércoles, 30 de marzo de 2011

EL PIANISTA

Hace unos días tuve la oportunidad de recorrer partes del Cercado con una arquitecta especializada en recuperación urbana.  Ya había estado por ahí en numerosas ocasiones y aún así no tenía completa idea de la vastedad de la riqueza del lugar.  Quizás en algún momento lo supe y en esa actitud de muchos, lo olvidé, como se ve que la ciudad olvidó el Cercado por décadas. 

Pero resulta que todavía están ahí la casa de Lucha Reyes, o el cuarto donde vivió ella y otras tantas familias.  La casa de Felipe Pinglo Alva.  El palacio campestre que le construyó Amat a la Perricholi.  Una casona donde se hospedó Bolívar, y un largo etc. donde abundan propiedades y monumentos históricos. 

En otros lugares, esto sería parte de un recorrido histórico, cultural o turístico.  Sería una fuente de riqueza y también sería un símbolo de orgullo.  No entre nosotros. No.  Nosotros vamos más allá.  Lo dejamos caer.  Total, hemos aprendido tanto a olvidar.

¿Cuántos han visto la película El Pianista? ¿Se acuerdan de la escena cuando el músico empieza a caminar por su natal Varsovia tras haber sido bombardeada por el enemigo?  La gran avenida trazada al medio era lo único que quedaba de la elegante ciudad - capital de Polonia desde 1596.  A ambos lados solo quedaban los escombros.  Es una escena desoladora. 

Ok, no voy a dramatizar ni decir que caminar por el Cercado produce la misma sensación. Pero algo cercano, sí.  Nada más cruzar la Abancay, el efecto es similar.  Desolación porque no hubo guerra ni hubo enemigo externo.  Desolación porque el abandono es nuestro.  Es hecho a mano.

¿Qué dice de nosotros que lugares que han definido nuestra identidad, nuestro sentir, nuestra imaginación, nuestra manera de ser románticos, hasta nuestra manera de pensar o de luchar, o de rezar, los tengamos así?

No estoy diciendo nada nuevo.  Pero es sólo por el gusto de volver a preguntar.  Qué dice eso de nosotros. 

El paseo con Silvia de los Ríos, arquitecta del Cidap, que tiene algunos proyectos de renovación histórica en el Centro fue aleccionador.  Aleccionador especialmente porque al final del recorrido señaló algo muy puntual: "se necesita liderazgo municipal, porque hay que hacerse respetar como ciudad".

He ahí una palabra clave.  No solo que no se respeta a la ciudad.  La ciudad, ¿se hace respetar?  Ciertamente no.  Porque la ciudad también olvidó quién es y en ese proceso el principo de autoridad desapareció de sus veredas.  Recuperarlo no es tarea de titanes.  No debería serlo. 

En este link encontrarás la nota que surgió del recorrido y una galería de imágenes del Cercado: http://elcomercio.pe/lima/729402/noticia-casonas-cercado-que-han-quedado-olvido

Foto: patio de la casa donde vivió Lucha Reyes, Jr. Ancash, Barrios Altos.

sábado, 26 de marzo de 2011

LIMEÑOS DE TANTAS CEPAS

Hace unas semanas empezamos un proyecto bacán en El Comercio. "Limeños de todas las cepas" es, para los que no los han visto, una serie de perfiles que publicamos cada domingo.  La idea surgió de esta dicotomía con la que suele verse la ciudad: Lima-problema y Lima-posibilidad.  Y la verdad que para retratar la primera somos expertos, medios y políticos. 

Pero para retratar la segunda, la Lima posible, original, con futuro, como que nos falta interés.  Y sin embargo cada vez más hay gente enfrascada en crear un mejor lugar. Es cuestión de perspectiva.  Y de imagen.  Río de Janeiro es una de las ciudades más violentas del planeta y no por eso ha dejado de ser Ciudad Maravillosa ni los turistas la han abandonado.

Soy de los que cree que no hace bien vivir con esa fijación en la violencia o la destrucción.  Eso tiene que ir resolviéndose.  Entretanto conozcamos a aquellos que desde su propio ámbito están haciendo lo suyo para construir.  Retratémoslos. Hablemos con ellos. Veamos cómo se vinculan con la ciudad.

La idea del retrato para lanzar la serie era eso: juntar personajes de todo origen y posición para vernos y reconocernos en nuestra diversidad y riqueza.  En este gran escenario el San Cristóbal tenía que ser el limeño de atrás, el más grande, el silencioso, que oficiara además de vínculo con nuestro pasado.

En ese vínculo está también Lima Milenaria, en tanto que la recuperación de esa identidad tan antigua nos enmarca el presente y nos proyecta al futuro.  Recordar es poder mirarnos bien.  Recordar es reconocer que en nuestras acciones de hoy nos mantenemos vinculados con los limeños que levantaron Pucllana, Maranga o Garagay, que hace más de 2.000 años también construían, creaban, luchaban en este territorio. 

Conocer de dónde venimos.  Saber lo que podemos hacer.  Lima se alista a ocupar su lugar en el conjunto de grandes ciudades.  Mientras tanto, un poquito de fe. Otro empujoncito más. 

En esta sesión fotográfica tuvimos una riqueza de personjes, que incluían campos de acción tan diversos como la industria, el teatro, el deporte o la arqueología, el reciclaje o el folclore que acudieron a nuestra invitación. Si quieres ver la versión que finalmente fue publicada, haz clic aquí:

pd: Los perfiles de cada semana son publicados también en nuestra pagina en facebook. 


domingo, 27 de febrero de 2011

LOS CENTROS COINCIDEN


El Centro Comercial San Miguel en 1976.


La misma zona, aproximadamente, con restos de la ciudad prehispánica de Maranga, vista desde el aire en 1944, desperdigados por los actuales distritos de San Miguel, Pueblo Libre y Magdalena.

Es curioso. A veces las ironías de la historia no tienen explicación.  Como el hecho que Lima haya renacido como ciudad, en los 60s según Rolando Arellano, exactamente en el mismo lugar que hace 2.200 años dio inicio a la actual ciudad.

Esto, por supuesto, no es la tesis de Arellano.  Él solamente me explicaba estos días que es en el cruce de las Avenidas La Marina y Universitaria donde nuestra gente empezó a "mezclarse" por vez primera, allá cuando se construye la Feria Internacional del Pacífico.  Es como el año 1966.

Eso da inicio, dice, a este proceso de crecimiento, mezcla y construcción en el que estamos envueltos y que parece continuar imparable. 

El lugar hoy en día carece de cualquier identidad que no sea la comercial y la anodina.  Pero después de escuchar a este experto en temas de mercados emergentes, uno entiende el poder y la energía que emana y simboliza esta esquina de la ciudad.

Después vino el Parque de las Leyendas (que este blog sostiene debería llamarse: Gran Centro Arqueológico Lima); el centro comercial San Miguel; las universidades, una privada (la Católica) y otra nacional (San Marcos).  Uno que otro temblor social hizo lo suyo y, como un buen coctel, la mezcla hizo el resto. 

A este lugar él lo denomina "el ombligo de Lima".  Y no deja de ser curioso. (Lo demás que dice sobre Lima hoy y su futuro lo pueden leer aquí:
http://elcomercio.pe/impresa/notas/migrantes-le-dieron-futuro-lima/20110227/719768)

Y digo curioso, por lo que éste lugar ya había sido en el pasado.

Hoy sabemos que hace más de 2.000 años en esta misma zona se puso la primera piedra (bueno, el primer adobón) de un centro urbano importante.  Hoy sabemos que ese es el momento en que este gran proyecto que es Lima empieza un proceso que nunca más se detuvo. 

Lima ha sido destruida muchas veces. Ya sea por terremotos, guerras o invasiones.  Está marcada por traumas históricos.  Pero cada vez ha sido vuelta a levantar, con la misma energía, con el mismo empeño, y aquí seguimos.

En todo este tiempo nuestro comportamiento parece haber sido el mismo que Arellano describe para esa Lima que empieza en los años 60: mezclar, crecer y construir. 

Maranga fue o capital o ciudad principal de las distintas culturas que se desarrollaron sobre estos valles. 

La primera en esta continuidad histórica fue la cultura Lima (200 a.C.-600 d.C. aprox) y en esta área ellos levantaron su capital política (parte de la cual todavía sobrevive en el susodicho parque). En Pucllana levantaron su mayor centro religioso. 

Y eso, que antes de escribir esta entrada me preguntaba: ¿qué querrá decir que hoy, dos mil años después, los centros vuelven a coincidir?




martes, 8 de febrero de 2011

¡YO NO SOY CHOLO!

La primera vez que me llamaron 'el indio peruano' me sorprendí.  Yo creía que era blanco.  Hasta entonces había pasado más de 20 años de mi vida viviendo otra identidad, y lo irónico es que había tenido que dejar mi país para que alguien me trajera un espejo.  No me quedó otra que empezar a aceptarme: era cholo. 

La siguiente etapa fue reacomodar mi pasado.  Cuando me preguntaban: '¿sufriste mucha discriminación en tu país?'  Jamás! contestaba con aprendida negación.  ¿Jamás?  Y resultó que al revisar muchas experiencias incómodas, vistas a la luz de mi nueva identidad, habían sido todas de discriminación.

Y es que en mi ciudad se discriminaba de muchas maneras.  Si eras pobre, con mal manejo de tu idioma y ropas raras, el insulto venía directo: cholo de mierda.  Si estabas mejor vestido, hablabas bien e ibas a la universidad, no te decían nada.  Pero tienda a la que entraba, tienda en la que me seguía el guardia de seguridad.

CIUDAD POSIBLE

No es extraño que al haber vuelto al Perú la identidad se volviera uno de mis ejes de acción.  En gran parte, porque Lima ya no era la ciudad pedante y excluyente que había dejado años atrás.  A la fuerza se había visto obligada a cambiar, y soy de los que cree que la transición de hoy, con todo lo difícil que le pueda resultar a algunos, a la larga nos hará una ciudad original y posible, como en algún momento pensó Arguedas. Si es que no lo somos ya.

Y es que estos días lo "cholo" volvió a ponerse sobre el tapete.  El primero fue Vargas Llosa.  Supongo que en un intento por aparecer horizontal y democrático tras ser nombrado marqués, declaró algo así como que "los cholos habíamos llegado a la nobleza española".  'Qué falso', pensé, porque si algo representa él no es precisamente lo cholo.

Pero después recordé otra experiencia. Hace muchos años visitando a unos amigos peruanos en Madrid uno de ellos, rubio, de clase media alta limeña, había contado el 'susto' de pasar cerca de los policías cuando éstos revisaban documentos a unos inmigrantes.  ¿Susto?, pregunté.  Cómo vas a pasar susto si tienes cara de europeo!  No tenía papeles.

CHOLO POR DENTRO

Y no pude evitar reírme.  Yo con cara de inmigrante ilegal, pero con papeles, caminaba tranquilo por la ex Metrópoli, mientras que mi amigo se sentía un cholo más.  Ahí caí en cuenta que en el Perú se es cholo real o simbólicamente.

Y aunque nos llenemos la boca de decir que Lima es ahora mestiza, chola, andina, etc, sospecho que un sector sigue pensando que sería mejor si no lo fuéramos. 

Nada más mi experiencia con Facebook, donde hay varias páginas dedicadas a Lima.  Una de las más populares nos muestra una Lima del pasado, que sin decirlo, es una Lima blanca, hispana, de tufo colonial.  Como que todos anheláramos la ciudad blanca que Lima fue.

MI LIMA BLANCA

Cuando he puesto fotos de huacas, también han tenido popularidad.  Como Machu Picchu o Caral, las huacas fueron abandonadas y ahora las podemos admirar por lo que fueron.  Al margen de la gente que las levantó y que todavía siguen por acá.

Sin embargo, cuando muestro fotos de limeños hoy, los que trabajan en las calles y a los que nadie retrata a menos que se metan en líos, anadie responde.  De pronto hay un silencio o una reprobación.  Yo no soy ese.  Esa no es mi Lima.  Y digo, o mis fotos son muy malas, o seguimos sin vernos en el espejo.

El año pasado fui a un evento en un museo de Lima.  Se había preparado un gran banquete para la ocasión y antes de pasar a los salones, se proyectó un video sobre las culturas peruanas.  Fue un momento conmovedor no solo porque estaba bien hecho, sino porque el texto incidía en su homenaje al hombre peruano, a su creatividad y persistencia, al haber logrado estas maravillas milenarias. 

ESPEJOS PARA LIMA

Después tocó festejar, pero antes había que pasar por el filtro de unas anfitrionas.  La mayoría de los invitados eran extranjeros, por lo que pasaban de largo.  A algunos peruanos, muy pocos, nos pidieron la tarjeta de invitación.  A un señor, que tuvo la mala suerte de ir vestido de manera más sencilla y sin su tarjeta, le bloquearon el paso. 

Y de pronto, como por arte de magia, ese señor que de muchos modos representaba al hombre al que habíamos rendido homenaje en el video, quedaba fuera de las celebraciones. Su existencia no era requerida.

Aún así, en esta gran olla que es Lima se sigue cocinando con muchos ingredientes.  El más reciente lo puso Juliana Reymer, ex vendedora ambulante y hoy carismática candidata a presidente del Perú.  Una mujer que ha venido desde abajo y dice sentirse orgullosa de su choledad.  Para ella, ser cholo es un valor y una virtud.  Yo quiero ser cholo, ¿y tú?