domingo, 29 de agosto de 2010

LA CULTURA COMO ESTORBO


No hace mucho encontré la respuesta que andaba buscando. Me la dio Ruth Shady, la reina de Caral, hablando en un seminario sobre el patrimonio de las ciudades.

En su charla, ella hacía referencia a la ceguera de muchas autoridades, que ven el patrimonio histórico y arqueológico de una ciudad como una carga, como un estorbo, como algo que 'no se puede destruir porque se me vienen encima, pero cómo me gustaría'.

Bueno, en estos últimos dos años más de uno sí lo hizo y por distintas y cuestionables razones. Pero a lo que iba. Para Ruth Shady el tema es muy simple. Proteger el patrimonio tiene muchas ventajas:
  • fortalece la identidad cultural

  • promueve la cohesión social

  • mejora la auto estima

  • propicia el turismo

  • estimula las industrias culturales

  • facilita un desarrollo sostenible

Por qué les cuesta a los candidatos a la Alcaldía de Lima, por ejemplo, enmarcar a Lima - una ciudad milenaria y de rico legado cultural - en un contexto más creativo y de proyección, me es difícil de entender.

Quizás les hace falta entender que la ciudad no sólo son sus problemas. Quizás les hace falta entender que Lima tiene la posibilidad de convertirse en un lugar palpitante, atractivo, estimulante, que se consigue no solamente con más patrulleros.

Quizás hace falta escuchar lo que dice el alma de esta ciudad.

Llevamos varias semanas invitando a los candidatos a hablar con Lima Milenaria sobre estos temas.

El primero, y el único hasta ahora, que habló fue Alex Kouri, quien incluso había prometido implementar la campaña de Lima Milenaria de llegar a la alcaldía. Pero ya sabemos que no llegará.

Los demás, hasta ahora no lo han hecho. La salud de una cultura democrática también se mide por la manera cómo se escucha a las minorías. Y si la gente de Lima Milenaria somos una minoría, merecemos que los candidatos nos escuchen. Hasta ahora, su actitud habla por sí sola.

Foto: El proyecto que existió para la hoy desaparecida Casa Marsano

domingo, 22 de agosto de 2010

CANDIDATOS: ¿DÓNDE QUEDÓ LIMA, LA GRAN CIUDAD?


Los limeños estamos acostumbrados al mal trato, a vernos como poca cosa, a creer que no valemos más que una escalera. Esa es mi sensación y quedó confirmada tras el debate del viernes.

¿Qué hemos hecho para merecernos estos candidatos?

Es cierto que Lima, esta gran urbe histórica y milenaria, con más de 2000 años de continuo desarrolo urbano, tiene problemas serios.

A quién en su sano juicio se le ocurriría negar que hay que solucionar el problema del tráfico, de la seguridad, de la falta de servicios básicos para millones de limeños que viven en exclusión casi total.

Pero es cierto también, como bien señaló un editorial de El Comercio, que existen autoridades designadas (leer Ministerios) para solucionar esos problemas específicos.

Y entonces, qué están haciendo alcales y candidatos: ¿quitarle el trabajo a las autoridades competentes? O simplemente están siendo políticos e ignorando, o dejando de plantear, una visión para esta ciudad.

Están siendo políticos. Porque el grueso de su electorado vota en la Lima de la exclusión. Y es una ecuación lógica. Quizás si yo fuera político no me quedaría otra estrategia. Pero ¿me quedaría contento con eso?


¿Me sentiría contento con llegar al sillón de esta ciudad de nueve millones de habitantes, con una cultura milenaria, con una diversidad culinaria sin igual y con una riqueza arquitectónica como no existe en otra ciudad del continente, y haber ofrecido solamente escaleras, patrulleros y autobuses?

Si yo fuera ese político me colgaría del balcón municipal. ¿Dónde está la visión para Lima? ¡Dónde está el sueño de potenciar nuestras riquezas y proyectarnos como una de las ciudades más fascinantes de América Latina!

Nuestros candidatos, tal parece, no sueñan. Y nos hacen vivir en su mundo de pesadilla. Sin darnos una visión de lo que podemos ser como ciudad a otra escala.

Ninguno menciona un gran plan para Lima. O de convertirla en uno de los mejores destinos en la región. No se habla de cultura.

Para mí hay una fórmula simple: cultura transformada en grandes proyectos de arquitectura, eventos, fiestas, teatros, auditorios, parques, espacios públicos, recuperación histórica, códigos de protección de estilo, zonas peatonales, produce desarrollo=trabajo=dinero=ganamos todos.

Pero, claro, no soy político. Y seguramente es una visión muy simplista de las cosas. Lo que veo son esfuerzos tímidos, o aislados o desvinculados de un gran proyecto para la ciudad.

Por eso, para conocer qué harían ellos, desde hace unas semanas venimos invitando a los candidatos a hablar con Lima Milenaria. Para que hablen de lo que seguramente no hablan en los grandes mítines y que nos interesa a otros limeños.

Hasta ahora sólo uno ha hablado con nosotros. Los demás sólo han dicho claro, hablemos, pero hasta ahora no concretan nada. Les iremos informando.

Mientras tanto, desde esta ciudad-problema queremos proponer una ciudad-posibilidad. ¿Será que Lima les queda grande? O será que el problema es gente como yo, que sueña con una ciudad que no puede ser.

martes, 17 de agosto de 2010

EL FUTURO, DESDE EL PASADO


Una contribución de Silvio de Ferrari, gran amigo y partidario de Lima Milenaria:

Permíteme con la seriedad que se debe tener en estos temas, y el de Lima lo es, que la nueva gestión municipal acoja la idea y que a ella se acompañe con la lucidez que requiere el unir historia...pasado con el presente (Lima es milenaria) y proyección al futuro.

El proyecto de una Lima hacia el futuro (que a mi juicio es lo más importante) tiene como base raíces, historia, economía, cultura, es decir su antiguedad. El reto es cómo desarrollar una ciudad con antigua historia hoy.

A mi juicio la única manera de organizar Lima es creando en los grandes distritos conos norte y sur, amplios polos de desarrollo comercial, productivo, educativo, sanitario, cultural, con vías de comunicación modernas, zonas verdes de recreación.

Un tema importante es el de la presencia municipal en la educación primaria en un primer momento. A fin de descentralizar y hacer respirar al gobierno central de la dificil tarea en administrar los servicios educativos, hasta hoy inadecuados y sin resultados positivos.

Como ves muchos de estos proyectos tienen que ver con la modernización del Estado. Los municipios tienen un enorme reto porque deben vivir mano a mano con la población local, desarrollar, invertir, gestionar....

Lima Metropolitana debe introducir oficialmente el símbolo de ciudad con historia antigua, que se aleje de la visión Hegeliana (Ludeña cit.) y que tomando en consideración su espacio antiguo, su territorio central (que no es muy grande) inicie una enorme operación en la que el alcade (sa), gobierno central de turno, empresarios, promotores culturales, organicen un plan serio con pocos temas puntuales.

Y finalmente es necesario recuperar cierta unidad de estilo en el centro histórico: balcones que se coloquen como antepecho, en las casonas donde se perdieron y en los nuevos edificios (se ha hecho con buenos resultados en varias ciudades de Europa) y en las calles de la Lima antigua (el damero) empedrar sus calles introduciendo elementos desde farolas, avisaje, incluso puertas reemplazadas con portones antiguos.

Cerraduras, jardines antiguos, implementos de limpieza, recojo de desperdicios, cubos de estilo antiguo, y dentro de los inmuebles centros de comercio, unos antiguos otros de gran modernidad, bares, cafés, nuevos centros de espectáculos, eventos de arte (Andrade lo hizo y tuvo enorme éxito). Invertir para que poco a poco nacionales y extranjeros puedan decir. Lima, ¡¡¡qué ciudad!!!
Foto: muro en Cajamarquilla.

martes, 10 de agosto de 2010

LIMA MILENARIA EN LAS ELECCIONES

Lima Milenaria quiere ser tomada en serio. Para eso hemos empezado una campaña para entrevistar a los principales candidatos a la Alcaldía de la ciudad. ¿La idea? Hablar con ellos desde una perspectiva diferente sobre esta urbe de nueve millones de personas.

Es poder darle espacio a los candidatos para que vean a Lima con otros lentes. No se trata de hablar de transporte, tráfico, delincuencia, contaminación. Todos, más o menos, tienen su programa elaborado con esas ideas.

Es poder decirles: señores, Lima tiene muchos problemas, pero también muchas posibilidades. Hágannos soñar, hágannos imaginar una gran ciudad, la gran metrópolis sudamericana que Lima puede ser.

Muchas de las campañas sufren de eso: no nos hacen soñar, no nos hacen imaginar. Están llenas de parches y recetas. Pero ¿qué más podemos esperar? Los estaré llamando.